La temporada de anidación de tortugas marinas en el Caribe mexicano avanza con resultados alentadores, según el último reporte de Leonel Gómez Nieto, responsable del programa de conservación de tortugas marinas de Flora, Fauna y Cultura de México. Hasta ahora, se han contabilizado más de 10 mil nidos a lo largo de la costa, abarcando desde Punta Venado hasta la Reserva de Sian Ka’an, destacando el santuario de Xcacel-Xcacelito como uno de los puntos clave.
Gómez Nieto subrayó que este logro es consecuencia del esfuerzo conjunto de más de 40 colaboradores y voluntarios, quienes realizan recorridos diarios para la vigilancia, registro y protección de los nidos. La temporada de anidación, que se prevé extender por dos o tres meses más, abre la posibilidad de superar estos números, aumentando así las oportunidades de éxito en la conservación de estas especies en peligro.
Entre las especies más comunes que se han registrado hasta el momento se encuentran la caguama y la tortuga blanca, además de algunos ejemplares de carey, catalogada como en peligro crítico de extinción. El especialista destacó que el comportamiento reproductivo de las tortugas marinas es cíclico, con variaciones que permiten anticipar un año favorable para la anidación en 2025.
Sin embargo, la labor de conservación enfrenta desafíos constantes. A pesar de los avances, el saqueo de nidos continúa siendo una práctica ilegal en la región. La presencia de la Marina y la Guardia Nacional ha contribuido a una disminución en estos actos delictivos. Además, los animales domésticos y ferales representan otro riesgo significativo, poniendo en peligro tanto los nidos como a las crías.
La contaminación lumínica y el mobiliario en las playas también constituyen obstáculos en el proceso de desove de las hembras y en la travesía de las crías hacia el mar. En este contexto, Gómez Nieto enfatizó la importancia de intensificar la educación ambiental entre residentes, turistas y prestadores de servicios: “La información y la sensibilización son las mejores herramientas para proteger nuestro entorno”.
Quintana Roo, con más del 30% de su territorio bajo alguna categoría de protección, se posiciona como un corredor esencial para las tortugas marinas en el Caribe. La colaboración activa entre la sociedad civil, autoridades y comunidades locales será fundamental para asegurar un futuro exitoso en la preservación de estas especies.