La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció desde la conferencia “La Mañanera del Pueblo” una serie de reuniones diplomáticas que se llevarán a cabo con representantes del gobierno de Brasil, destacando como figura principal al vicepresidente Geraldo Alckmin, quien realizará una visita oficial al país.
El objetivo de estos encuentros es claro: reforzar las relaciones bilaterales entre ambas naciones, fomentar la inversión recíproca y establecer mecanismos de cooperación en sectores estratégicos, todo ello dentro del marco del Plan México, que promueve el desarrollo sostenible y equitativo.
Uno de los puntos culminantes de esta visita fue el Encuentro Empresarial México-Brasil, programado el 27 de agosto, donde se congregarán cámaras empresariales, representantes de comercio exterior y organismos encargados de la promoción de inversiones. Este evento se perfila como una plataforma clave para abordar oportunidades de colaboración y crecimiento conjunto.
Al día siguiente, el 28 de agosto, la presidenta Sheinbaum recibirá a Alckmin en Palacio Nacional, donde dialogarán sobre aspectos fundamentales de la cooperación económica, industrial y tecnológica. En sus declaraciones, la mandataria enfatizó la importancia de esta relación, afirmando que “buscamos fortalecer los lazos económicos y comerciales, pero también que esta relación sirva para impulsar nuevas oportunidades de crecimiento mutuo”.
Este encuentro se enmarca dentro de un proceso continuo de diálogo entre gobiernos. La visita del vicepresidente brasileño sigue a las conversaciones mantenidas anteriormente entre Sheinbaum y el presidente Lula da Silva, en abril pasado, lo que subraya el compromiso de ambos países por avanzar en una cooperación sólida y beneficiosa.
Geraldo Alckmin fue recibido el 26 de agosto por el canciller Juan Ramón de la Fuente, y durante su estancia, sostendrá encuentros con secretarios de Estado, figuras destacadas en el ámbito de la investigación científica y empresarios mexicanos. Aunque aún no se han revelado los detalles específicos de los acuerdos alcanzados, se espera que el enfoque común sea hacia una complementariedad que respete los intereses de desarrollo nacional y promueva el bienestar de ambos pueblos.