Un análisis del Colegio de Arquitectos de Quintana Roo revela cómo en los últimos tres lustros la ciudad de Cancún, en general el municipio de Benito Juárez, se fue convirtiendo en lo que es hoy: una ciudad colapsada por el crecimiento acelerado, la construcción improvisada de calles y avenidas.
Además, el “sistema integral” de movilidad implementado en el mismo lapso por las autoridades, no toma en cuenta 65 por ciento de su mancha urbana; se trata de alrededor de mil 500 puntos de conflicto que se mantendrán ajenos al “ordenamiento urbano” que pretende la administración de María Elena Hermelinda Lezama Espinosa, alias “Mara Lezama”.
Son cruces viales y avenidas fuera del centro de la ciudad, que en aras de “aligerar” el tránsito de la zona por donde circula 95 por ciento del parque vehicular, no fueron contemplados en el plan de movilidad que está en marcha en Benito Juárez.
El crecimiento de Cancún ha sido totalmente anárquico y sin rumbo, se lee en el documento al que tuvo acceso La Jornada, que va de la mano con la incompetencia, irresponsabilidad y en no pocos casos la corrupción desenfrenada de gobernantes de prácticamente todos los partidos que han gobernado el municipio y la entidad,
“La ciudad pierde más áreas verdes de las que logra recuperar entre el hacinamiento y la violencia rampante, con obras y servicios de la peor calidad y los costos más altos, y para solucionar el problema sería necesario construir la ciudad de nuevo porque desde hace 15 años se empezaron a construir fraccionamientos sin ningún tipo de planeación. El análisis de los arquitectos cancunenses añade que nunca se tomó en cuenta cuántos vehículos transitarían; tampoco si sus calles serían utilizadas como cruce de un fraccionamiento a otro ni los servicios que necesitarían sus habitantes, mucho menos servicios básicos como hospitales, centros de esparcimiento y parques.”
Y cita que de 2005 a la fecha se han elaborado siete proyectos piloto de movilidad para Cancún, y prácticamente, cada administración asegura tener la respuesta para el congestionamiento vial, pero todos son abandonados cada vez que un gobierno municipal concluye, y el que llega vuelve a empezar de cero.
De acuerdo con el análisis del Colegio de Arquitectos, la única manera de dar movilidad a Cancún es reorganizar las rutas del transporte público, y reconstruir cerca de 300 cruces y glorietas, así como establecer pasos a desnivel, puentes y distribuidores viales.
El texto detalla que en los últimos 10 años, fuera de la avenida Huayacán la red vial no creció en lo más mínimo, mientras que el parque vehicular se triplicó, pero no se construyeron calles, puentes, periféricos, estacionamientos o distribuidores.
“Antes, movilizarse de un punto cualquiera al primer cuadro demoraba 20 minutos; hoy, el mismo trayecto puede durar hasta una hora, y ni hablar de transitar por avenidas como la Kabah, Tulum, Nichupté, Cobá y Xcaret. Actualmente, una persona puede perder hasta dos horas de su día en su automóvil o el transporte público, con otro agravante: el estrés.
“Hace 10 años transitaban en Cancún aproximadamente 120 mil vehículos; hoy, el parque vehicular supera las 370 mil unidades, que diariamente se concentran, en las llamadas horas pico, en las avenidas Kabah, Las Torres, Andrés Quintana Roo, José López Portillo, Bonampak, Tulum y la Zona Hotelera”, concluye el estudio.
“La situación tiene una causa más allá del incumplimiento y la corrupción gubernamental: el crecimiento acelerado de Cancún, pese a que desde hace una década dejó de crecer a dos dígitos, como hoy ocurre en la ciudad de Playa del Carmen, en el municipio de Solidaridad.
Por Carlos Aguila Arreola / @aguila_carlin
Noticias relevantes
-
Destacan apicultores caribeños en el UK National Honey Show 2024
-
Busca Gobierno de México fortalecer a Petróleos Mexicanos con nuevo régimen fiscal
-
Deja turismo médico en Cancún derrama económica de 10 mil 700 dólares por persona
-
Renuevan instalaciones deportivas en Quintana Roo
-
La realidad de la IA en las empresas mexicanas