Tulúm: donde lo profano y lo místico se encuentran

El encanto místico del destino del Caribe Mexicano no es algo nuevo y para muestra los datos arqueológicos que se esconden en los muros de la antigua ciudad amurallada.

La pintura mural de la Zona Arqueológica de Tulum es de una enorme complejidad en su ejecución y contenido religioso; su rasgo más sobresaliente es la presentación de figuras de perfil, tanto humanas como animales, en tanto que los objetos son presentados de frente.

Según algunos autores, el contenido simbólico de las pinturas de Tulum se relaciona con temas cosmogónicos vinculados al renacimiento y el paso de los seres del inframundo a un mundo intermedio, donde se une lo humano y lo mítico, y donde astros como Venus y el Sol tienen papeles muy relevantes.

Pero, paralelamente a la mística de la región, investigadores como Arthur Miller ha sugerido que los santuarios de Tulum estaban dedicados a rituales cosmogónicos en los que participaban peregrinos de diversas localidades, y que posiblemente habrían estado relacionados con el comercio a larga distancia, principal fuente de riqueza para la ciudad.

De ser cierta esta hipótesis, lo sagrado y lo profano habrían estado indisolublemente ligados al diseño y características de la ciudad amurallada de Tulum, pues la actividad comercial habría sido la base económica para que esta ciudad se convirtiera en un importantísimo centro ceremonial y fuera asiento de un importante centro político.