En un mundo donde la tecnología predomina y, en ocasiones, desplaza la creatividad humana, la artista plástica mexicana Mariana García Tinoco está marcando la diferencia. Radicada en Estados Unidos, su labor en el ámbito de los espectáculos de puppets en vivo se ha convertido en una fuente de inspiración y reflexión en La MaMa Experimental Theatre Club, un renombrado espacio del circuito off-off Broadway.
Su obra “La Llorona, A Mexican Folklore Tale”, que narra una tradicional historia de terror mexicana, junto con su propuesta infantil “The Sweet Tales of Piloncillo and Tejocote”, han capturado la atención tanto del público como de la crítica. Estos relatos no solo son entretenidos, sino que también evocan la identidad cultural, utilizando títeres elaborados con materiales reciclados y tradicionales. Mariana comenta: “Los protagonistas son Piloncillo y Tejocote porque son ingredientes de un postre que nos conectan a mi hermana y a mí con nuestros orígenes”. Esta conexión personal se convierte en un hilo conductor que teje nostalgia y tradición en sus obras.
Recientemente, su trabajo fue reconocido con el Premio Arte Internacional en la categoría de Artes Visuales. Este galardón resalta no solo la calidad artística de sus propuestas, sino también la resonancia emocional que provocan en quienes las experimentan. Críticos neoyorquinos han señalado que es fácil olvidar que sus puppets son creaciones inanimadas, un testimonio del poder de su arte para conectar a nivel profundo con la audiencia.
Mariana considera que el arte es un espejo que refleja tanto los anhelos como los vicios de la humanidad. Su trabajo invita a una introspección sobre la identidad latinoamericana, especialmente en su obra “Building My Casa”, donde un puppet de un gato representaba experiencias compartidas por muchos latinos en Nueva York.
Con varios proyectos en el horizonte, como la exhibición “Crónicas de la humanidad” y la continuación de “The Sweet Tales of Piloncillo and Tejocote”, Mariana está decidida a seguir explorando y expandiendo su visión artística. Ella afirma con convicción: “A México se le lleva siempre en el corazón”, sellando así su compromiso con su herencia cultural.