Para Lorena Ramírez, corredora rarámuri originaria de Chihuahua, ningún camino es inalcanzable. En la actualidad, se ha consolidado como un referente de resistencia y orgullo para México, representando al país en ultramaratones alrededor del mundo. Con su indomable espíritu, Lorena enfrenta climas extremos y terrenos desafiantes en competiciones que abarcan distancias de entre 50 y 100 kilómetros en lugares tan diversos como España, Estados Unidos y Hong Kong.*
Lo que distingue a Lorena no es solo su capacidad física, sino también su determinación ante las adversidades. En sus propias palabras, el mayor obstáculo que enfrenta en cada carrera no son los terrenos difíciles ni la altitud, sino la enfermedad. “Lo más difícil al correr largas distancias siempre es la enfermedad. Sientes que no puedes llegar a la meta, por todo el cansancio”, confiesa. A pesar de este sufrimiento, sus huaraches, que para muchos podrían parecer inadecuados, se convierten en su armadura. “Son más cómodos en la montaña para bajar en las competencias, y no me importa que me lastimen los pies, son parte de mí”, añade, revelando una conexión profunda con su cultura y tradición.
En enero de 2023, Lorena completó el Ultramaratón de Hong Kong en un impresionante tiempo de 26 horas, 2 minutos y 12 segundos, reafirmando no solo su fuerza física, sino también su inquebrantable determinación y pasión por el deporte. Cada competencia no solo representa un desafío personal, sino también una oportunidad para retribuir a su familia y comunidad. Las recompensas obtenidas le permiten apoyar económicamente a quienes le rodean, fortaleciendo así no solo su propio espíritu, sino también sus raíces.
Con cada paso que da, Lorena Ramírez no solo cruza líneas de meta, sino también fronteras culturales, simbolizando la resiliencia de un pueblo que, a través del deporte, encuentra nuevas formas de expresión y orgullo. Su legado es un recordatorio de que, frente a cualquier adversidad, la voluntad humana puede superar los límites.