Legado y visión en el desarrollo turístico de Quintana Roo
En un rincón apacible de Isla Mujeres, donde los susurros del viento cuentan historias de pioneros, se gestó un encuentro con una figura clave en la metamorfosis de Quintana Roo: Enrique Lima Zuno. Este visionario ha pasado su vida y trayectoria en la obra “Memorias de un político altruista y empresario”, un texto que no solo refleja su historia personal, sino que se convierte en un importante registro de los orígenes del Caribe mexicano.
Bajo la calidez de quien ha vivido cada etapa de una transformación histórica, Lima Zuno recordó los inicios que lo llevaron a esta tierra hace más de seis décadas. Su vínculo comenzó con la pasión de su padre por la península de Yucatán, un amor que se materializó en 1952 ante la falta de conectividad terrestre entre Mérida a Puerto Juárez. “No había nada, solo un pequeño pueblo llamado Chemax en Yucatán”, comentó, recordando cómo su padre se dirigió al presidente Ruiz Cortines para solicitar la construcción de una carretera que uniría Chemax con Puerto Juárez. Aquella carretera representaba más que una simple vía; Era la primera piedra que daría forma a un gigante turístico.
Primeros pasos y sueños de conectividad
El interés por Quintana Roo creció exponencialmente, impulsado tanto por su exuberante selva como por la riqueza de sus arrecifes. Lima Zuno, con orgullo, destacó la participación de su familia en el decreto del Parque Nacional Contoy, parte de la segunda barrera de arrecifes más larga del mundo, mostrando un compromiso con la conservación desde sus inicios. Sin embargo, el traslado familiar hacia la región fue una aventura llena de desafíos, marcados por la precaria infraestructura médica que obligó a su padre a realizarle una operación anticipada de apendicitis en la Ciudad de México, antes de partir a Quintana Roo. A pesar de estas limitaciones, la familia se dedicó a ser embajadora de la zona, invitando a amigos y funcionarios para mostrar las bellezas naturales “en un período anterior a la existencia de Cancún”.
El relato dio un giro hacia la planificación turística al mencionar el circuito del Golfo y del Caribe, un acuerdo entre Estados Unidos, Cuba y México para incentivar el turismo carretero. Impulsados por este espíritu, la familia Lima Zuno vendió propiedades en otros estados para invertir en la inhóspita Quintana Roo. Las inversiones dieron lugar a la construcción de cabañas en Isla Mujeres, y un encuentro con el expresidente López Mateos llevaría a un proyecto mayor. “Me preguntó por qué no hacía un hotel”, sonriendo Lima Zuno, recordando la propuesta que resultó en el Hotel Zazil-ha, considerado el primer hotel de cinco estrellas de la región. Aunque la falta de electricidad y agua potable generó un “fracaso inicial”, Lima afirmó:”la semilla ya estaba plantada”.
El Legado de un guerrero: Infraestructura y altruismo
La pasión de Enrique Lima Zuno pronto se enfrentó a obstáculos logísticos en la zona. En Isla Mujeres, la mala calidad del agua potable se convirtió en un reto para la operación turística. Con la visión de un estratega, decidió donar un terreno frente a la pista aérea para facilitar la llegada de energía eléctrica. “La Comisión Federal de Electricidad, por fortuna en aquel entonces, nos escuchó y nos trajeron cuatro plantas de luz de 100 kilovatios cada una”, lo que logró electrificar gratuitamente a la mitad del pueblo.
Su visión también abarcó la conectividad aérea. Ante la ausencia de un aeropuerto internacional en Mérida, él y su equipo desarrollaron Taxis Aéreos del Caribe, una pequeña línea que transportaba turistas directamente a Isla Mujeres, consolidando la isla como un destino emergente. Los desafíos en infraestructura no se limitaron a la electricidad; la escasez de mano de obra obligó a traer constructores de Cuernavaca, Mérida e incluso Italia. Un hito de esa época fue la compra de la primera máquina para hacer bloques de construcción en todo el país, esencial para materializar sus proyectos.
De visión limitada a polo turístico
El desarrollo de Cancún como polo turístico fue respaldado por estudios que preveían un crecimiento gradual, inicialmente limitado a 5,000 habitaciones. No obstante, la realidad superó las expectativas, y hoy Quintana Roo supera las cien mil. Lima recordó su colaboración con Moctezuma Díaz Infante en Patrimonio Nacional, enfrentando retos como el uso del espacio federal marítimo-terrestre. Inspirado por trabajos anteriores, propuso expandir la isla de Cancún creando un nuevo canal para ganar terreno y comercializarlo.
Su compromiso social lo llevó a incursionar en la política, motivado por una necesidad urgente. Con solo 22 años, y con un equipo de 140 empleados, se encontró ante la carencia de atención médica. “Le pedí al licenciado Reyes Heroles que hicieran el seguro social, porque no había”, un esfuerzo que culminó en la donación de terreno para la clínica del IMSS. Además, creó dos cooperativas de lancheros y reactivó la Asociación de Hoteles y la Canirac, buscando equilibrar la balanza entre grandes capitales y nativos, aunque esto le valió enemistades y situaciones de riesgo físico.
Enrique Lima Zuno ha sido una figura clave en la evolución territorial de Quintana Roo. Su gestión logró que la Cuarta Delegación del Gobierno se dividiera en tres municipios: Lázaro Cárdenas, Benito Juárez e Isla Mujeres, reconociendo la necesidad de desarrollo agropecuario en un territorio continental ya que contaba con limitaciones para alimentar a su población.
Durante el proceso para convertir a la isla en estado, Lima Zuno impulsó la creación de nuevos centros poblacionales, superando el déficit demográfico. Además, su trabajo legislativo inspiró la adaptación de leyes para beneficiarios a la región. En el ámbito de la conectividad, revitalizó el antiguo proyecto del “Circuito del Golfo y del Caribe”, facilitando el ferry Yucatán Express, y fue pionero en el establecimiento del primer cable submarino en Latinoamérica, conectando Isla Mujeres con la parte continental. Su legado es, sin duda, un testimonio de compromiso y visión para el futuro de Quintana Roo.
Las memorias de un Pionero
La idea de plasmar este legado en un libro surgió de sus hijos. El libro no solo captura la historia de un hombre, sino de una generación de guerreros y patriotas. Lima Zuno, cuyo linaje incluye fundadores de la Universidad de Guadalajara, recordó la escuela-granja que sus padres dictaron en Cuernavaca para enseñar a niños campesinos. En Isla Mujeres, su familia fundó el primer hospital y la escuela secundaria del norte de lo que entonces era parte del Territorio Federal de Quintana Roo.
La conversación con Enrique Lima Zuno es, sin duda, un viaje fascinante a los orígenes de Cancún e Isla Mujeres, una lección de resiliencia, innovación y compromiso. Su historia, entrelazada con la transformación de Quintana Roo, es un testimonio de cómo la visión de un empresario altruista y patriota fue fundamental para convertir un rincón de la selva en uno de los destinos turísticos más representativos de México. Este legado, sin duda, inspira a las futuras generaciones a seguir soñando y trabajando por un mejor futuro en el Caribe mexicano.
Por Talina González
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