DAÑO ECONÓMICO EN LITIGIO DE MALECÓN TAJAMAR

DAÑO ECONÓMICO INCUANTIFICABLE EN LITIGIO DE MALECÓN TAJAMAR

Miguel Ángel Lemus Mateos, vicepresidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) del Caribe, sostuvo que ya es incuantificable el monto de inversiones detenidas y que ya tendrían que haber llegado a Quintana Roo, debido al litigio de Malecón Tajamar.

Antes de reunirse con Gustavo Adolfo de Hoyos Walther, presidente nacional de la Coparmex, durante un desayuno que organizó la cúpula patronal en un centro de hospedaje de la Zona Hotelera de Cancún, lamentó que el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) se haya sumado a la declaración de que el megaproyecto está cancelado.

Tajamar no tiene posibilidad de reactivarse

La víspera, María del Pilar Díaz Hidalgo, representante en Quintana Roo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), confirmó que Tajamar no tiene posibilidad de reactivarse porque el fallo del tercer Tribunal es irrevocable y no admite recursos en contra.

Aseguró que aún resta por cumplirse parte de la sentencia: está pendiente el plan de reforestación, tema en el que concuerda Lemus Mateos, quien lamentó que el Cemda se haya sumado a las declaraciones de que el megaproyecto inmobiliario está cancelado porque “faltan las pruebas científicas” que en su momento presentarán.

“Estamos viendo que un pequeño grupo está llevando las cosas al límite de la razón. Tajamar, dentro del proceso jurídico que tiene en diferentes instancias y juzgados no ha sido dotado de informes ambientales científicos, no han venido peritos especializados para determinar que el lugar no es un ecosistema, sino un centro que ya está urbanizado (de acuerdo a la nueva Ley estatal de Asentamientos y Desarrollo Urbano)

“Tiene infraestructura, agua, luz, drenaje y calles; por tanto, Tajamar aún cuenta con recursos, por parte de los propietarios, para defender sus intereses, sin menoscabo del derecho que tiene la colectividad a un sano medio ambiente. Creo que los ambientalistas no se dan cuenta que se están dando un tiro en el pie al tratar de modificar un área urbana en un ecosistema.”

Miguel Ángel Lemus

Tajamar como ecosistema

Miguel Ángel Lemus preguntó que quién mantendría la zona como ecosistema, y cuestionó por qué no hay ningún activista, ecologista o ambientalista protestando contra los invasores y depredadores de selva al norponiente de Cancún, en la zona de captación de agua.

“No se me hace correcto que se mencione que Tajamar, en su totalidad, está clausurado; todavía hay instancias legales que pueden ser recurridas en la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación”, y reiteró que el problema sigue erosionando la imagen de México ante inversionistas extranjeros por la falta de certeza jurídica en la tenencia de la tierra.”

Dijo que actualmente ya es incuantificable la cantidad de millones de dólares que se han perdido y/o están detenidos debido al problema de Malecón Tajamar, “y lo que sí, lo que percibimos todos es que no hay certeza jurídica con ese tipo de actos”.

Daños a inversión

Por su parte, Francisco Córdova Lira advirtió que debido al conflicto hay muchos empresarios que dejarán de invertir en Cancún y en Quintana Roo porque el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ya no es una garantía, aunque haya habido un cambio de régimen porque no se sabe qué pasará con los próximos desarrollos que se lleven a cabo.

“No hemos podido hacer absolutamente nada porque el juicio no es contra los inversionistas, sino contra la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y Fonatur me dice que sí me paga, pero hasta que se resuelva el juicio, cuando pierda en forma definitiva, y como eso no ha sucedido –lo que refuerza la versión de Lemus Mateos–, no hay manera.

“Al final, todo mundo sale perdiendo: el ambientalista lo que quiere es que el lugar regrese a su estado natural, lo que es imposible, y si persigue un lugar cerrado que nadie pueda utilizar es un fracaso, lo mismo que de los poderes Ejecutivo y Legislativo en cada uno de los tres niveles de gobierno”, concluyó el ex presidente del CCE.

Por Carlos Aguila Arreola / @aguila_carlin