TAJAMAR Y FONATUR

TAJAMAR Y FONATUR

Tres años después, la posición radical ambientalista se mantiene y ahora pretende que el mega desarrollo inmobiliario Malecón Tajamar sea declarado área natural, a lo que Miguel Ángel Lemus Mateos, vicepresidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) del Caribe, dice lacónico que “(…) se desarrollará tarde o temprano”.

En tanto, el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, dijo a un selecto grupo de empresarios y autoridades el viernes pasado que “a la administración federal anterior le faltó respuesta oportuna, lo que permitió que las demandas fueran creciendo”, por lo que “aún se analizan los alcances del litigio y fallos emitidos”.

Lemus Mateos, quien encabeza la lucha jurídica por parte de la iniciativa privada, estimó que la propuesta de declarar área protegida a Tajamar –hecha por el diputado Emiliano Ramos Hernández, y turnada a la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del Congreso local para su análisis– es más una cuestión política en un año electoral en Quintana Roo.

La Diputación Permanente del Congreso de Quintana Roo aprobó exhortar a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a declarar el polígono como área protegida luego que el legislador argumentó que es necesario proteger la zona por la existencia de flora y fauna endémica que debe preservarse, incluido el ecosistema de humedal que lo compone.

La madrugada del 16 de enero de 2016, maquinaria pesada contratada por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) entró al polígono con autorizaciones federales y municipales para desmontar y rellenar manglares,

Tras una batalla jurídica, en julio de 2017 un Tribunal Colegiado emitió sentencia definitiva e inapelable, que ordena a la Semarnat dejar sin efecto la autorización que libró en julio de 2005 para lotificar y urbanizar el sitio; le prohíbe expedir nuevas autorizaciones en materia de impacto ambiental y cambio de uso de suelo, y restaurar el ecosistema.

Es urbano

Miguel Ángel Lemus siempre ha dicho que en lugar de buscar la conservación total, en todo caso se requiere un replanteamiento para continuar con el desarrollo de Cancún: “Si hay que hacer un replanteamiento del proyecto, que se haga pero que siga adelante la inversión y el desarrollo del centro urbano” del municipio.

Y añadió que “Malecón Tajamar se desarrollará tarde o temprano, no es posible que se declare área natural porque, según la Ley General de Asentamientos Humanos aprobada (el pasado martes 5 de junio) por el Congreso estatal, cualquier terreno dentro de un centro de población no tiene ningún valor ambiental”.

Por tanto, Tajamar ya no tiene uso de suelo forestal ni ningún valor ambiental sino urbano, declaró en su momento Lemus Mateos a La Jornada. La ley abrogada fue la de Desarrollo Forestal Sustentable, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 25 de febrero de 2003.

“Cualquier terreno dentro de los límites de un centro de población no se considerará forestal y no requerirá ningún cambio de uso de suelo. El caso aplica a Malecón Tajamar que, de acuerdo con las modificaciones legales, ya no tiene ningún valor ambiental. Es un predio urbano para desarrollarse”, sostiene el empresario inmobiliario.

Imposible

La semana pasada, el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, estuvo en sus oficinas de Cancún, donde dijo que “se siguen analizando los alcances del litigio y los fallos emitidos por tribunales, por lo que aún es muy prematuro para que la nueva administración federal emita una postura al respecto”.

Declaró que a la administración federal anterior le faltó respuesta oportuna, lo que permitió que las demandas crecieran: “Parece que progresó la parte del litigio por falta de los recursos técnicos y legales para detener las demandas”, y añadió que Tajamar captó reflectores, lo que ocasionó mucha gente interesada más allá de una genuina preocupación ambiental.

“Lo que tienen que entender los conservacionistas es que mientras el país tenga este nivel de miseria en todos lados, las cosas no pueden quedarse como están. No puede haber un grupo que nos diga que no se puede construir, eso simplemente es imposible”, advirtió.

El fallo emitido por el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito sigue en pie, lo que dejó sin efecto la autorización de impacto ambiental de Tajamar y ordenó, al mismo tiempo, la restauración de la vegetación derribada o desmontada.

 

Por Carlos Aguila Arreola

@aguila_carlin