Consumo sostenible: cada vez más una obligación

Cada generación piensa que su época es la más…la más dura, la más creativa, la más complicada pero a su vez, piensan que en sus épocas si se hacían las cosas como debían ser.
Probablemente todas tengan algo de razón, sin embargo, por más variable que sea cada periodo de la historia, siempre había un factor constante, que parecía inmutable: el clima. El invierno era frio, en lluvias llovía y en secas pues no, con base en esa “seguridad” construimos los medios productivos de nuestra sociedad, sin embargo, estamos alterando eso muy rápido y mucho.Hoy por hoy el cambio climático es el mayor reto que afronta la humanidad para su supervivencia, los sistemas de producción, especialmente de comida, son más vulnerables por trabajar directamente con la naturaleza, y por tanto están en riesgo, y sin comida todo lo demás se queda sin su base y se vuelve secundario.
Pero cada reto trae consigo oportunidades de hacer mejor las cosas, y es ahí donde la palabra sustentabilidad cobra sentido. Basado en sus tres pilares (social, ambiental y económico), la sustentabilidad cada vez más deja de ser una moda y pasa a ser una obligación, casi desesperada, para asegurar nuestra propia sobrevivencia como especie.
¿Suena exagerado? quizá sí, pero no nuevo, ya hace más de 100 años ya se advertía en la revista Mecánica Popular de las consecuencias de la quema de combustibles fósiles en la temperatura del planeta por el incremento del efecto invernadero, y tardamos décadas en soltar la alarma.
Nadie quiere sacrificar sus comodidades para tratar de reducir sus emisiones de carbono, pero en la creatividad humana hay caminos para que no se tenga que hacer.Cada uno de nosotros somos responsables de emitir CO2 a la atmosfera con el simple hecho de comprar cualquier producto, y ahí está la clave!, justamente en no comprar cualquier producto. Como consumidores tenemos el poder de decidir que producción estimular a través de nuestras compras y podemos hacer que los productos sustentables demostrables se multipliquen, beneficiándonos nosotros y al medio ambiente, cómo? Simplemente comprándolos.
En varios estudios de consumo se ha visto que las generaciones más jóvenes, digamos entre los 15 y 27 años (generación Y) están favoreciendo la compra de productos que involucren en su producción aspectos de cuidado al medio ambiente y/o de justicia social, inclusive demuestran disponibilidad a pagar un poco más si la causa que dicen es verdadera (verificable).
Así, esta joven generación está fomentando la producción de bienes con un menor impacto en el ambiente.Hay muchos ejemplos de productos sustentables, y también campañas que nos los dan a conocer como “Pesca con Futuro”, que promueve el consumo responsable de productos de pesca y acuacultura mediante la difusión del conocimiento de las especies para todo aquel que quiera ayudar en la protección del sobrexplotado océano (aunque viva lejos de él), estimulando así, la producción con altos estándares de sostenibilidad como el consumo para soportar esa producción responsable.
Actitudes de compra como preferir productos locales (el transporte incrementa dramáticamente la huella de carbono), evitar sobre empacado que solo se convierte en un desperdicio de recursos por 5 segundos de uso, sustituir transportes privados por públicos o cero emisiones como la bicicleta y miles de ideas y acciones más parecen insignificantes si una sola persona las hace, pero la unión hace la fuerza y el poder del dinero que fondeo la producción masiva irresponsable, también puede generar la producción y consumo responsable que nos ayude a salir del atolladero ambiental en el que nos metimos. Como siempre, la decisión final es de cada uno.
Mapa de especies sostenibles pesca con futuro
Manuel Sarmiento es biólogo de profesión, conservacionista y productor acuícola de trucha y rana del rancho Neminatura en Zitácuaro de Michoacán, participa activamente en el movimiento Pesca Con Futuro.

Por Manuel Sarmiento