En un importante hallazgo arqueológico, el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto presentó ayer los restos de una antigua ciudad sumergida frente a las costas de Alejandría, específicamente en la bahía de Abukir. Este descubrimiento incluye notables estructuras de piedra caliza, estanques, depósitos, tumbas y estatuas reales, así como un impresionante muelle de 125 metros que habría sido un puerto significativo durante las épocas romana y bizantina.
Las autoridades egipcias han indicado que este sitio podría representar una extensión de la venerada ciudad de Canopo, un importante centro cultural y político durante la dinastía ptolemaica, la cual gobernó Egipto durante casi tres siglos, y que continuó siendo relevante durante el dominio del Imperio romano. Se estima que, debido a una serie de terremotos y al ascenso del nivel del mar, tanto Canopo como la ciudad vecina de Heracleion fueron finalmente sepultadas bajo las aguas del Mediterráneo.
Durante la presentación de los hallazgos, se exhibieron estatuas y esfinges, destacando una figura parcialmente conservada del faraón Ramsés II. También se recuperaron restos de un barco mercante, anclas de piedra y una antigua grúa portuaria. Los arqueólogos también identificaron estructuras antiguas que probablemente servían como lugares de culto, viviendas y espacios artesanales, además de estanques y depósitos tallados en roca utilizados para la acuicultura y abastecimiento de agua.
El ministro Sherif Fathi explicó que, aunque hay muchos elementos bajo el agua, la recuperación de estos tesoros es limitada, ya que solo se pueden recuperar piezas seleccionadas según criterios estrictos. El resto de los vestigios permanecerán sumergidos, formando parte del invaluable patrimonio subacuático egipcio.
Asimismo, las autoridades han advertido sobre el riesgo que enfrenta actualmente Alejandría, añadiendo que el aumento del nivel del mar continúa amenazando con engullir partes de esta emblemática ciudad costera, tal como ocurrió con las antiguas urbes milenarias.