El Art Wine Club que comanda Sandra Copca, llevó a cabo una exquisita cena maridaje en el restaurante Gran Puerto, donde los comensales tuvieron la oportunidad de deleitarse con una experiencia gastronómica única. Bajo la dirección del renombrado sommelier Ariel Morales, los asistentes disfrutaron de una cuidadosa selección de vinos que complementaron de manera magistral las innovadoras preparaciones del chef Gianlucca.
El evento comenzó con el primer tiempo, donde se sirvió un ceviche de robalo curtido en cítricos, aderezado con tropezones de kiwi, menta fresca y albahaca. Este plato fresco y vibrante fue acompañado por un vino blanco Bla Bla, procedente de la Palma de Mallorca. La frescura y acidez del vino realzaron la intensidad de los sabores del ceviche, creando una armonía perfecta que preparó el paladar para lo que venía.
El segundo tiempo presentó una interpretación audaz de los ostiones de San Blas, servidos frescos, gratinados y endiablados. Para esta creación, el sommelier seleccionó un elegante Poully Fumé Sauvignon Blanc del Valle de Loira, Francia. Este vino, conocido por sus notas cítricas y su carácter mineral, fue el compañero ideal para los ostiones sofisticados, elevando la experiencia a nuevas alturas.
A medida que avanzaba la cena, el tercer tiempo ofreció un pulpo tatemado, condimentado con sal de mar y un delicado aceite de pimentón. Para maridar este plato, se eligió un Châteaula Blanquerie Merlot Rosé de Burdeos, Francia. Los matices ahumados y sutiles del pulpo, junto con la frescura del rosado, crearon una sinfonía de texturas y sabores que sorprendieron a todos los presentes.
El cuarto tiempo fue una obra maestra culinaria: una cazuela de mar que combinaba un rib eye suculento con camarones salteados en chile guajillo y ajos tostados. Este plato poderoso fue acompañado por un vino Titi Priorat Celler Noguerals de Cataluña, España. La riqueza y complejidad del vino español contrastaron maravillosamente con la intensidad de la carne y los mariscos, haciendo de esta combinación una de las más memorables de la noche.
Para cerrar la velada de manera espectacular, se sirvió un molten de chocolate y crujiente tocino, acompañado por un vino Cuatro Sierras Shiraz de Sonora, México. Este vino, con sus intensos aromas de frutas negras y un sutil toque especiado, complementó a la perfección el dulce y salado del postre, brindando un final perfecto para una noche de lujo.
La cena maridaje organizada por Art Wine Club no solo celebró la gastronomía, sino también la cultura del vino, destacando la importancia de la armonía entre estos dos elementos. Con la guía experta del sommelier Ariel Morales y la creatividad del chef Gianlucca, los participantes vivieron una experiencia inolvidable que los animará a explorar aún más el fascinante mundo del maridaje. Este evento es un testimonio del compromiso continuo del Art Wine Club por promover la educación y el disfrute del vino en un entorno agradable y sofisticado.
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