“Me dio miedo ser violada, ser asesinada, que mi madre no me volviera a encontrar”

Las esposaron, las torturaron, las insultaron, abusaron sexualmente y amenazaron, pero hasta el día de hoy, ninguna de las víctimas que fueron a exigir justicia por el feminicidio de Bianca “Alexis”, el #9N en Quintana Roo, han recibido justicia por las vejaciones que padecieron ni atención psicológica.
Así lo afirma María E. G., una de las 13 víctimas, quien explicó que no han recibido apoyo de ningún tipo por parte del municipio y que la alcaldesa Mara Lezama no les ha dado la cara.
“Fuimos a pedir justicia y recibimos balazos”, dijo en entrevista en El Financiero Bloomberg, en la que destacó que el 9 de noviembre del año pasado, su primera marcha, los policías no estaban disparando ni al cielo ni al piso, sino directamente a los manifestantes.
“Corrí, me tiré al piso y fue cuando me esposaron. (Los policías) nos torturaron, nos golpearon con palos, nos patearon, nos amenazaron, nos dijeron que nos iban a dejar peor que Alexis”.
María E. dijo que no hubo un protocolo de detención, “simplemente nos agarraron, a mí y a otras cinco chicas, nos llevaron a la parte trasera (del ayuntamiento) donde estaba muy oscuro, nos esposaron unas con otras, a mí me quitaron los tenis… fue cuando empezaron los tocamientos. Me dio miedo ser violada, ser asesinada, que mi madre no me volviera a encontrar, fue muy traumático”, confesó.
Cuando le estaban pegando en las costillas, María E. gritó que estaban violando sus derechos humanos, su derecho a la libre manifestación, a lo que los policías le contestaron “aquí los derechos humanos valen madre”.
“No podría decir que eran animales, porque los animales actúan por instinto, y estas personas nos estaban golpeando con saña, con odio, fue horrible”.
María E. contó que las retuvieron por tres horas y que no sabían qué hacer con ellas porque “no hubo un protocolo de detención”, reiteró.
“Creo que derechos humanos tuvo que ver en que nos liberaran porque salió un hombre con cubrebocas a decir ‘metan a esas viejas porque ya valió madre’”, de hecho nos tuvieron en el ayuntamiento un buen rato” (antes de llevarlas a la Fiscalía).
María E. denunció privación ilegal de la libertad, violencia de género, tortura y abuso sexual, “pero no procedió porque nos tocaron sobre la ropa, no se hizo énfasis de eso”.
La presidenta municipal se comprometió a dar seguimiento al caso y atención sicológica a las jóvenes, lo que no ha sucedido.
“No hemos recibido apoyo por parte del municipio, la señora presidenta no se ha dignado a dar la cara, el único día que salió fue porque le insistimos el comité de víctimas que somos 13 personas, solo nos han tomado reportes… no ha habido un seguimiento, evaden, no hay atención”.
Aunque la alcaldesa Mara Lezama prometió que llegaría hasta las últimas consecuencias y que habría repercusiones, incluso legales, para los policías involucrados, María E. aseguró que eso no ha ocurrido.
“La Fiscalía está parada porque no hay pruebas, no nos han facilitado videos. Ya tenemos dos intentos de juicio y no han procedido ni siquiera las imputaciones, solo hay 11 señalados cuando había alrededor de 80 culpables, no están llamando a los altos ni medios mandos ni a declarar, solo están imputando a los policías”.
Dijo que las víctimas están insistiendo en el derecho a la libre manifestación y en busca de las garantías de no repetición, ya que hasta el día de hoy ellas salen con miedo a las calles, sienten que cualquier patrulla que pase las va a identificar “y eso es muy duro, ya no tenemos una vida normal”.

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