– En los últimos meses, el síndrome blanco, enfermedad que ha incrementado de manera alarmante en los últimos seis meses en los arrecifes del Caribe mexicano, que se detectó en junio de 2018 en Puerto Morelos, y ya está en toda la costa estatal, ha provocado la pérdida de más cobertura de coral que la que se ha perdido en los últimos 40 años.
La Iniciativa Arrecifes Saludables para Gente Saludable (Healthy Reefs Initiative) advirtió que la situación pone en riesgo la biodiversidad marina y las actividades socioeconómicas del estado de Quintana Roo.
Señaló que gobierno, academia, organizaciones civiles y sector privado hacen un llamado, para implementar de manera urgente un plan de acción con el objetivo de reducir los factores de estrés que vulneran al arrecife y ponen en riesgo los beneficios socioeconómicos que proveen a la entidad.
El pasado 8 de marzo, diferentes sectores (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas [Conanp], Instituto de Ciencias del Mar y Limnología-Barco Lab, Healthy Reefs y el proyecto Gef Resiliencia, entre otros) realizaron un taller para el diseño de la estrategia de atención contra el síndrome blanco, que afecta a los arrecifes coralinos del Caribe mexicano.
En el taller participaron autoridades de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS), Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), Centro Regional de Investigación Acuícola y Pesquera de Puerto Morelos, secretarías de Marina y la de Medio Ambiente del gobierno estatal, y la federal (Semarnat), así como representantes municipales, académicos, pesqueros y turísticos.
En el informe, al que tuvo acceso La Jornada, se lee que el taller tuvo tres objetivos fundamentales: informar la situación y estado actual del síndrome blanco; la información se obtuvo de una reunión con expertos, el 6 de marzo en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El segundo: sentar las bases de un plan regional para atender la problemática mediante la participación de actores claves de los diferentes sectores, e identificar actores y roles clave que incidan en la ejecución del proyecto.
La presentación sobre el síndrome estuvo a cargo de Lorenzo Álvarez Filip, investigador titular de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales del ICMyL, quien enfatizó que en el Caribe mexicano el desarrollo socioeconómico depende de la salud de los ecosistemas, por lo que la necesidad de atención es urgente.
El también responsable del Laboratorio de Biodiversidad y Conservación Arrecifal del ICMyL, aseguró que una colonia de coral afectada por el síndrome blanco puede morir en 40 días, cuando les lleva cientos de años crecer.
También mencionó que el estado de salud de los corales está totalmente relacionado con la calidad del agua y otras causas de estrés como las malas prácticas turísticas, destrucción de manglar, arribo masivo de sargazo, la no aplicación de la normatividad ambiental, y algunos de los servicios que brinda y pueden ser comprometidos son el propio turismo, las pesquerías, la protección costera contra huracanes y la producción de arena para conformación de playas.
Como resultado, se identificaron tres líneas estratégicas: Turismo, Manejo integrado de la zona costera, y Manejo del agua y la pesca; la advertencia fue que se deben desarrollar acciones a corto, mediano y largo plazos, que deberán ser implementadas a la brevedad.
Al mismo tiempo, se definieron líderes para cada línea, quienes mantendrán comunicación estrecha con la Conanp para la integración y puesta en marcha del plan de acción, que deberá estar listo a finales del mes de marzo.
Por Carlos Aguila Arreola / @aguila_carlin
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