La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, enfatizó la importancia de la restauración ecológica durante su visita a la Laguna Manatí, un área natural protegida que ha pasado de ser un tiradero de escombros a convertirse en un refugio de biodiversidad y esperanza. “La naturaleza puede sanar, y sí se puede restaurar lo que parecía perdido, si lo hacemos juntas y juntos con amor, compromiso y acción”, afirmó Lezama.
Con una extensión de 234 hectáreas en medio de la zona urbana, la Laguna Manatí alberga más de 130 especies registradas, incluyendo aves migratorias, cocodrilos de pantano, mapaches, tlacuaches y diversas especies de peces. Además, se encuentran los cuatro tipos de mangle que existen en México: rojo, blanco, negro y botoncillo. Según investigaciones recientes, este ecosistema ha demostrado signos de recuperación, evidenciado por el retorno de especies como los osos perezosos.
La gobernadora destacó el papel fundamental que han desempeñado los guardianes y guardianas comunitarios en la recuperación del ecosistema. Mónica, Gerardo, Diana, Arturo, Noemi, Gustavo, María Luisa, Andrés y Albertico fueron mencionados como ejemplos de ciudadanos comprometidos que, a través de su vigilancia y educación ambiental, han contribuido al cuidado de la Laguna. “Son personas que decidieron no rendirse; ciudadanas y ciudadanos que vigilan, cuidan y educan con el ejemplo”, declaró Lezama.
Enfatizando el enfoque humanista y feminista de su administración, la gobernadora reafirmó que la protección de más de 300 mil hectáreas de ecosistemas bajo resguardo estatal es una responsabilidad compartida. “¡Sigamos siendo parte de la solución! Entre todas y todos, ¡sigamos construyendo el segundo piso de la Cuarta Transformación!”, concluyó Mara Lezama, instando a la comunidad a continuar trabajando en pro del medio ambiente.

