Río Secreto refrendó su compromiso con el cuidado del medio ambiente por décimo año consecutivo: cada decisión al interior del parque se hace con base en criterios ambientales, pues se trata de una experiencia transformadora, filosofía que se transmite, primero, a los colaboradores, lo que permea a los visitantes.
Otto Alfredo von Bertrab Schott, director del lugar, presentó el Reporte de Sostenibilidad 2018; además, dio a conocer que es la primera empresa en Quintana Roo que se sumó a la plataforma federal “Jóvenes construyendo el futuro”, mediante el que ya tienen dos becarios; empero, la mitad de quienes hacen sus prácticas profesionales en la llamada “maravilla natural” son contratados al terminar su servicio.
El majestuoso sistema de cuevas semi-inundadas, descubierto casualmente hace 10 años por un campesino y mapeado por un grupo de expertos, es una reserva natural comprometida con la conservación. Son aproximadamente 40 kilómetros, de los que sólo se utiliza 10 por ciento para recorridos ecoturísticos, distribuidos en más de cinco rutas diferentes.
Recordó que la misión de Río Secreto es transformar a los visitantes por medio de un viaje único hacia las entrañas de la Tierra, por medio de cuatro increíbles y extraordinarias actividades, que pueden elegirse según el nivel de aventura que se desee experimentar: Regular o Clásico, Plus, Wild y Privilege.
El lugar es reserva natural urbana hidrogeológica, ubicada en el kilómetro 283.5 de la carretera federal libre Chetumal-Puerto Juárez, en el municipio de Solidaridad, y somos susceptibles de ser afectados por factores como el crecimiento urbano, turismo masivo y actividad de industrias irresponsables y que amenazan la biodiversidad.
“En 2018 estuvieron en el lugar más de 28 mil visitantes; se consumió 13 por ciento menos de electricidad y se produjeron 17 por ciento menos de residuos tras cinco campañas de limpieza interna, en las que se recogieron 438 kilos de residuos; al mismo tiempo, se impartieron 52 horas de capacitación a 769 personas.”
En cuanto a la incursión en la plataforma “Jóvenes construyendo el futuro”, Von Bertrab Schott explicó que funciona como si fueran citas mediante la nube, donde las empresas interesadas suben sus ofertas y necesidades, y entonces, de acuerdo a la zona y a los intereses hay una concordancia. En el caso de Río Secreto se subieron 10 vacantes.
“La primer semana nos llegaron cuatro; cubrimos, ya tenemos dos cubiertas y son dos personas, una en la administración, otra en recepción, están trabajando muy bien, jóvenes, que tienen ganas. Entonces nosotros, lo que tenemos que garantizar es el tutor; o sea, que tengan un buen maestro para que los capacite bien, pero darle un seguimiento.”
Von Bertrab Schott consideró que hasta ahora el éxito del programa se basa en dos aspectos: que los aspirantes encuentren empresas con valores, y que los profesionalice para que, en un año –el programa tiene presupuesto para 12 meses–, se generen profesionistas porque lo ideal es que la misma empresa que capacite, los contrate en forma definitiva.
“Ahorita les están dando tres mil 200 (pesos), nosotros les vamos a complementar algo, pero espero que salgan después de un año de aquí con un sueldo del doble, del triple de lo que la beca les da // Un programa similar ya tenemos en Río Secreto desde hace seis años; los practicantes de las universidades locales los adoptamos.”
El director de Río Secreto explicó que pese a que no se les tendría que pagar porque son sus prácticas profesionales, se les ayuda con viáticos o un pequeño apoyo para motivarlos, lo que se ha traducido en un éxito porque la mitad de los que llegan se quedan contratados, y recordó que en los últimos dos años, de 30 que llegaron, 15 lograron quedarse.
Por Carlos Aguila Arreola / @aguila_carlin
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