POLUCIÓN EN HOGAR

Cancún.- La limpieza de la casa y otras actividades diarias como cocinar e incluso bañarse, desprenden componentes químicos que contaminan el aire más que el uso de los automóviles y camiones, de acuerdo con un estudio elaborado por estudiantes de la Universidad de Colorado, ubicada en la ciudad de Boulder.

Algunas prácticas culinarias y de limpieza –especialmente las que levantan polvo o utilizan determinados productos químicos– pueden generan niveles significativos de partículas en suspensión y químicos volátiles, hasta el punto de “alcanzar niveles similares a los de ciudades consideradas muy contaminadas”.

El análisis reveló que hervir agua o prepararse un pan tostado genera demasiado contaminantes; el reporte se basó en el análisis del impacto en el aire de los llamados “compuestos químicos volátiles” presentes en artículos como el champú, los jabones de tocador, perfumes y detergentes.

El año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que nueve de cada 10 personas respiran aire contaminado en el mundo… y se creería que el hogar es uno de los mejores resguardos, pero… hasta ahora es un aspecto de la polución que recién empieza a investigarse y aún es muy pronto para emitir recomendaciones, según el estudio.

Conforme a los expertos, los compuestos químicos que se escapan de las viviendas debido a las actividades diarias, contribuyen globalmente a contaminar la atmósfera mucho más que el uso de cualquier tipo de vehículo.

El reporte, presentado durante la reunión anual de la Asociación Estadunidense para el Avance de la Ciencia (AAAS), que se celebra en Washington, se basó en el estudio del impacto en el aire de los llamados “compuestos químicos volátiles” presentes en artículos de limpieza como el champú, el jabón de tocador, los perfumes y detergentes.

Las investigaciones se enfocaron en “actividades hogareñas básicas” y descubrieron que “cambian la química de la casa”, afectando la calidad del aire, tanto dentro como fuera: “Los hogares nunca habían sido considerados como fuente importante de contaminación del aire”, explicó el campus, que en 2018 inició el estudio HomeChem (Químicos Hogareños).

Monitorizar
En los últimos años se ha realizado una larga lista de estudios en diversos países sobre la contaminación del aire en el interior de hogares, oficinas y otros recintos cerrados habitados, pero el de la Universidad de Colorado expone nuevos datos en ese campo de la salud ambiental.

Los datos detallan que el proyecto de investigación HomeChem posibilitó un estudio de campo con la instalación de sensores y cámaras para monitorizar la calidad del aire de una casa modelo construida –que fungió como laboratorio– en el campus de la Universidad de Texas en Austin. En un mes, los investigadores realizaron actividades diarias del hogar.

“Finalmente escapan al exterior y contribuyen a la formación de partículas finas y ozono, lo que constituye una fuente aún mayor de contaminación atmosférica global del aire que los que provocan los autos y camiones”, indican la investigación.

El estudio consistió en observar durante un mes el aire dentro de casas de mil 200 pies cuadrados (111.4 metros) en la Universidad de Texas, en la ciudad de Austin, donde se reprodujeron actividades como cocinar una cena completa para una fiesta familiar.

Los resultados preliminares confirmaron que incluso hervir agua puede contaminar el aire porque las llamas de gas contienen “altos niveles de contaminantes gaseosos”, o que preparar un pan tostado altera la calidad del aire más de lo que se creía.

“Es demasiado temprano para hacer recomendaciones de cambios en las políticas públicas o en la conducta humana, ya que se necesitan nuevas investigaciones para analizar el volumen de toxinas presente en el aire al interior de las viviendas”, concluyó el estudio.

Hay que señalar que mientras la preocupación sobre las emisiones contaminantes de autos va en aumento y se disminuyen sus niveles de toxicidad con nuevas regulaciones, la importancia relativa de los contaminantes químicos en los hogares no hace más que incrementarse, sin que hasta  ahora se tome alguna medida.

Aunque es preciso profundizar en el tema, los autores de la investigación aconsejan ventilar las casas mientras se cocina y se limpia.

Por Carlos Águila Arreola