el Teatro Metropolitano de Querétaro fue el escenario de la 5a Jornada del Festival Ibérica Contemporánea, donde se celebró una emotiva Gala España Clásica en honor a María de los Ángeles Herrera de Covarrubias, conocida cariñosamente como “La Chata”. Este evento no solo conmemoró la trayectoria de una gran maestra, sino que también destacó su invaluable legado en el mundo de la danza.
La Lic. Adriana Covarrubias, Directora General del Festival, abrió la noche con palabras cargadas de emoción: “Esta noche es muy especial, estamos rindiendo homenaje a una amiga, que sin ella, tal vez el Festival no sería posible”. La conexión de La Chata con la música y la danza fue lo que la llevó a fundar el Estudio “Marigel”, convirtiéndose en un pilar para generaciones de bailarines en Querétaro.
La gala, que contó con la colaboración de AD Comunicación, reunió a destacados artistas de la danza española. Los acordes de la guitarra de Alfonso Acosta, junto a la potente voz de Jesús Corbacho, crearon un ambiente de profunda sensibilidad. Entre las presentaciones, la Compañía Internacional Proart ofreció la cautivadora coreografía “La ternura del caballo negro”, que fusionó técnica contemporánea y elementos del flamenco, destacando la esencia emotiva de la danza.
Laura Fúnez, reconocida estrella de la danza, deslumbró al público con una pieza de escuela bolera, rescatando la tradición de los tablaos del siglo XVIII. Su actuación, acompañada por el cante de Corbacho y la guitarra de Juan Campallo, fue un despliegue de habilidad y gracia que dejó a todos sin aliento.
Manuel Segovia, un ícono de la danza española, presentó “La Prodigiosa Zapatera” con su Compañía Ibérica de Danza. Esta obra, inspirada en el texto de García Lorca, evidenció la maestría de Segovia al equilibrar la tradición con la innovación, reafirmando su posición como uno de los referentes más importantes del género.
Así culminó una noche mágica, donde la danza y la música se entrelazaron para rendir homenaje a una figura fundamental en el ámbito cultural, asegurando que el legado de La Chata perdure en cada paso y cada nota.

