Hace tiempo que me encontré en redes sociales con una mexicana talentosa, trabajadora y orgullosa de su identidad, tanto que ha llevado desde hace más de 30 años hasta Tokyo, Japón; sabores, tradiciones y recetas mexicanas.
Ella es orgullosamente cancunense, dignamente quintanarroense. Estudió gastronomía y turismo, ha sido dueña y creadora de conceptos gastronómicos en Japón, actualmente cuenta con su propia marca de productos mexicanos artesanales que con sumo cuidado elabora para satisfacer el paladar de la cultura nipona. Salsas, mermelada de flor de Jamaica y mole estilo poblano. Ella es la chef Jessica Laborde. Además de contar con experiencia como guía turística de japoneses en México, aprendió el proceso de la nixtamalización del maíz para elaborar sus propias tortillas y antojitos, entre los que destacan sus tamales tanto en hoja de plátano como de maíz.
La chef Jessica, me contó sobre sus primeras vivencias en Japón. Llegó a aquel país como parte de un intercambio educativo. Con el tiempo ha aprendido a adaptarse y a difundir la cultura mexicana entre propios y extraños.
Cabe destacar que la cultura japonesa se basa en aspectos diversos: la puntualidad (respeto por el tiempo del otro), orden (parte de la armonía entre la comunidad y el trabajo en equipo), el agradecimiento (que muestran constantemente con una reverencia), aunado a que Japón es un país que cuida sus tradiciones ancestrales, la naturaleza y admira el arte.
Si pensamos en las diferencias entre la gastronomía mexicana y la japonesa podríamos decir que son completamente opuestas. Los japoneses basan su dieta en el consumo de pescados crudos, gran variedad de vegetales, brotes y algas, no mezclan demasiados sabores y su estándar en cuanto a la magnificencia e inocuidad alimentaria es altísima. De manera que convertirse en emprendedora para la chef Laborde ha sido un reto grande, abriéndose paso para promover una gastronomía tan lejana y diferente. Al incursionas en el sector gastronómico con su propio restaurante tuvo que adaptarse al paladar japones y lograr la inmersión con la cultura.
Inicio en compañía de su socio, un chef japonés que lidereaba un restaurante español, fue ahí cuando a la chef Jessica se le ocurrió incorporar poco a poco alguna preparación mexicana. Enchiladas, quesadillas y burritos (si, los “burritos” son de origen mexicano, del estado norteño de Chihuahua -no lo que en la globalidad ha tomado fuerza como comida “tex-mex”o los franceses consideran “tacos”-), para poco a poco ofrecer almuerzos completos.
¿Te imaginas comerte un pozole, un chile relleno, un taco al pastor, un menudo o una gordita de maíz en Japón? Sin duda gran admiración para la chef Laborde, su compromiso como emprendedora, empresaria, chef, mujer, mexicana trabajando por sus sueños en aquellas latitudes tiene que ver con su tenacidad, su ardua labor y gran corazón. ¡En hora buena por sus logros y extraordinaria trayectoria!
Por Marletza