El “Fast Food” surge a mediados del siglo pasado desarrollando que la comida se preparé y se sirva rápidamente, sin embargo con el paso del tiempo ha ido evolucionado; más allá de enfocarse en sandwiches, hamburguesas, hot dogs y alitas de pollo acompañada de diversas salsas también existen las opciones de comida fácil de comer pero que se cuida minuciosamente su preparación e ingredientes. Por ejemplo: pastas hechas a mano, ensaladas gourmet, pizzas de masa madre, noodles, poke bowl, etc.
Conversé con Cristina Vera, ingeniera industrial, con experiencia en asesoría patrimonial, coordinación de sistema de gestión integral y de calidad. Con conocimientos en ventas y solución de problemas. Desde hace 3 meses se ha convertido en emprendedora apoyando un proyecto familiar de “comida rápida”.
Este tipo de establecimientos ofrecen habitualmente precios asequibles, comidas fácil de transportar, variedad, y horarios de apertura flexibles.
Hay diversos aspectos no positivos de la “comida rápida” y es que las grandes franquicias se han encargado en crear alimentos poco saludables con exceso de grasas saturadas, azúcares y aditivos, además el concepto de “comer rápido” se contrapone con la correcta masticación, el proceso de digestión de los alimentos, el metabolismo del cuerpo, la alimentación consciente (sin distracciones y prisas).
Cristina me comentó, que al iniciarse como emprendedora sabe que debe ser versátil, adaptable y con interés de aprender sobre todo tipo de temas, por fortuna su experiencia en procesos de calidad le ayuda a tener una visión más amplia de lo que esta viviendo en el negocio. Como dice ella. “hay que hacer de todo”, conocer de cerca al cliente y buscar siempre un diferenciador.
Por otro lado, tuve la oportunidad de enlazarme virtualmente hasta Filadelfia para hablar con la chef Mónica Mannion. Las oportunidades de la vida la han llevado a vivir en diversos países de Asia, Europa, África y el continente americano por lo que ha sido el motivo principal para aprender a cocinar. Experta en platos mexicanos contemporáneos, panadería mexicana tradicional y fusiones culinarias. Es conferencista en eventos gastronómicos y escuelas de arte culinario. Ha trabajado como chef privado y es voluntaria de una asociación para apoyar a mujeres con cáncer en el cambio de hábitos alimenticios.
La frase “hecho en casa” implica mucho:
- Cocinar con amor y dedicación
- Elegir ingredientes de calidad y de temporada
- Preparaciones sencillas o no (según el cocinero jejeje)
- Menús balanceados
- No utilizar demasiada grasa, sal, azúcar, ni saborizantes, ni conservantes y mucho menos colorantes
- Porciones más controladas
- Ahorro económico y en tiempo
- No generar desperdicio y aprovechar lo que se tiene tanto en la alacena como el refrigerador
La importancia de resaltar que el cocinar en casa es motivo de convivencia, adopción de mejores hábitos alimenticios y estrechar los lazos familiares; nos plantea la posibilidad de realmente nutrirnos.
Fomentemos el cocinar más en casa, trabajemos en la planeación del menú de la semana y la compra de los insumos, seamos conscientes de que, quien cocina para la familia tiene una gran responsabilidad que repercute en la salud de los integrantes.
Cuándo comes en casa ¿qué procuras preparar?, ¿te gusta cocinar?, ¿cuál es el plato de la familia? ¡Te invito a que te adentres a la cocina!, seguro que encontrarás explotar tu creatividad y quizás hasta descubres un gran talento.
Por Marletza