Se llama entomofagia a la ingesta de insectos y arácnidos, o artrópodos en general, como alimento para los humanos y los animales, un hábito alimenticio muy extendido en algunas culturas de la Tierra: África, Asia, gastronomía de América del Sur y Australia; no obstante, en algunas otras es muy poco común o es considerado un tabú. La entomofagia es objeto de estudio de la etnoentomología.
Uso Culinario
Diversos insectos y otros bichos o artrópodos tienen un uso culinario en ciertas gastronomías del mundo, y dependiendo de la cultura y la especie se pueden considerar desde «comida de pobre» hasta un verdadero manjar.
Consumo en México
En México se comen orugas de 67 especies de las siguientes familias: Arctiidae, Bombycidae, Castniidae, Cossidae, Geometridae, Hepialidae, Hesperiidae, Lasiocampidae, Noctuidae, Nymphalidae, Papilionidae, Pieridae, Pyralidae, Saturniidae, Sesiidae y Sphingidae. Los más comunes pertenecen a los géneros: Phassus, Phoebis, Hylesia y Spodoptera
Los insectos comestibles más comunes en México son:
Alacrán
Ahuautles
Chapulines
Chauis
Gusano de maguey (Aegiale hesperiaris)
y muchos otros.
Proteínas, Vitaminas y Más
La entomofagia procura principalmente proteínas (por ejemplo un saltamontes tiene un 20 por ciento de proteínas frente a un filete de ternera que posee un 27 por ciento Las concentraciones de proteínas pueden crecer una vez que el insecto se haya preservado seco pudiendo llegar a un 60 por ciento,
Algunas orugas pueden llegar a tener entre 30 por ciento y 80 por ciento de contenido proteico, además los insectos pueden aportar a la dieta humana vitaminas, minerales y grasas. El aporte de cada uno de estos nutrientes depende de la especie y de la preparación de los insectos, y dentro de una misma especie depende en gran medida del hábitat.
Los insectos por regla general tienen una gran eficiencia en la conversión de los alimentos, su alto nivel de reproducción aprovecha al máximo los nutrientes de su entorno para convertirlos en proteínas, vitaminas, grasa, etc.
Estudios han comprobado que algunos insectos producen proteínas a un ritmo muy superior al de otros animales que proporcionan carne a los humanos, pudiendo llegar hasta cerca de veinte veces la producción que pueda tener una vaca.
Es por esta razón por la que los estudios de algunas agencias de alimentación están pensando que los insectos podrían ser la fuente principal de proteínas en la alimentación humana del futuro. Siendo además una de las formas de vida dominantes en nuestro planeta no es difícil de pensar en ellos ante un crecimiento de la población como el que se vive en la actualidad.
Cocina Exótica
México tiene más de 500 especies comestibles de insectos incorporados a su cocina, entre los que destacan los chapulines, hormigas chicatanas y escamoleras, el ahuautle, los gusanos rojos y blancos del maguey, jumiles y xahues, y la grana cochinilla.
En algunas cocinas regionales de México es común consumir insectos.
Los estados en los que se consumen más insectos son Oaxaca, Guerrero, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, Veracruz y Querétaro.
Las variedades de insectos comestibles son muy variadas e incluyen el ahuautle, los escamoles, cuetlas, jumiles, chinicuiles, chicatanas, gusanos de maguey y los muy conocidos chapulines (una especie de saltamontes) que se suelen comer como botanas enchilados o marinados en jugo de limón.
El consumo de insectos tiene origen en los hábitos alimenticios mesoamericanos precolombinos, y hasta hace poco tiempo la entomofagia era una práctica exclusiva de las clases populares rurales de los estados mencionados. Hoy en día se ofrecen platillos preparados con insectos en restaurantes especializados y restaurantes de alta cocina mexicana.
La Actualidad
Los insectos viven amenazados por el uso desmesurado de herbicidas e insecticidas para la agricultura, así como por la pérdida de territorios, la contaminación de los ecosistemas, el crecimiento de las ciudades, los monocultivos y la tala de los bosques; frente a estos retos, la humanidad necesita modificar sus hábitos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señaló a los insectos como una fuente importante de proteína cuyo uso no tiene el enorme impacto negativo que genera la ganadería sobre el planeta. Los insectos reaparecen en nuestro presente como un recurso sano, rico al paladar y cuyo aprovechamiento resulta amigable con el medio ambiente.
Esta columna fue escrita originalmente en peregrineros.wordpress.com y es reproducida con e permiso expreso de sus autores, para leer e aticulo origina, visite peregrineros.wordpress.com/2022/04/20/el-arte-de-comer-insectos-en-mexico/