Las manifestaciones de artistas conocidos y poco conocidos, han encontrado en los muros y los lobbys de los hoteles espacios emergentes para mostrar su arte.
Y no nos referimos únicamente a hoteles que comparten sus colecciones privadas de artistas consagrados con sus huéspedes y visitantes, caso como el que vimos recientemente con la develación de la escultura monumental “La mujer en caballo” del artista plástico Fernando Botero que recibirá a los huéspedes del hotel Secrets Tulum, sino a ejercicios donde los establecimientos dan cabida a obras de arte incluso de artistas emergentes.
El hotel Xcaret Arte, ubicado en la Riviera Maya, es sin duda es un claro ejemplo de como los establecimientos de hospedaje pueden lograr combinar a la perfección unas divertidas vacaciones en el Caribe con una experiencia artística memorable.
La combinación resulta en una relación ganar-ganar pues por un lado, el artista exhibe su arte en un lugar céntrico y accesible como suelen ser los hoteles, y los establecimientos logran darle una nueva vida a sus espacios comunes.
Es el caso del HALL Arts Hotel Dallas, Curio Collection by Hilton, ubicado dentro del próspero Distrito de las Artes, y a un corto paseo del Museo de Arte de Dallas, el Centro de Escultura Nasher y de innumerables galerías y centros de artes escénicas.
En el hotel no solo cuenta en sus paredes y piezas artísticas cuidadosamente seleccionadas sino que presenta fotografías locales del Distrito de las Artes de Dallas, incluidas piezas inspiradas en el concurso de fotografía con jurado del hotel.
Además, cada jueves, viernes y sábados, se realiza un recorrido artístico con el curador de experiencias del hotel, quien guía a los huéspedes a través de la colección de la propiedad y culmina el recorrido con catas de vino en el museo lleno de arte del hotel.
El Canopy by Hilton ubicado en un distrito artístico de la ciudad de Jersey, organiza periódicas exhibiciones de artistas locales, mientras que el Conrad Indianapolis cuenta en sus instalaciones con la Galería Long-Sharp, que acoge a artistas contemporáneos de renombre internacional, lo que la convierte en un paraíso para los aficionados al arte.
Otro claro ejemplo lo representa el Conrad New York Downtown cuya principal característica es la gigantesca pieza abstracta Loopy Doopy del artista Sol LeWitt que ambienta el vestíbulo abovedado con intrincados remolinos de color púrpura sobre un majestuoso fondo azul real, dejando una marca indeleble en la estética del hotel.
Además, el Conrad New York Downtown cuenta con una extensa colección de más de 2 mil obras de arte, incluidas las que se encuentran en las habitaciones, donde la experiencia se completa con libros sobre artistas notables como Mary Heilmann y Elizabeth Peyton.
La combinación del descanso con las expresiones artísticas, es un recurso cada vez más común para cubrir además, esa necesidad cada vez más presente en los huéspedes de tener experiencias memorables durante sus vacaciones mostrando que los espacios destinados al descanso, son también ideales para compartir el arte.
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