Algo que inevitablemente está en nuestro día a día, es el miedo. Los seres humanos tenemos instintos, nos desarrollamos y crecemos en función de las experiencias de vida y de ser conscientes de lo que vivimos. Las creencias y el modo de controlar nuestras emociones para bien o para mal, serán fundamentales en la autoconfianza.
Conversé con Álvaro Pinilla, speaker internacional, mentor en sabiduría estratégica, consultor, coach empresarial, especialista en marketing y negocios. Álvaro, ha desarrollado por más de 12 años el concepto de marketing tribal siendo que la interacción de “manadas”, grupos de interés en común tanto a nivel personal como profesional; son fundamentales para lograr nuestro propósito de vida.
¿Cuántas veces dudamos de nuestras capacidades, desconocemos nuestros talentos y comprendemos nuestras limitaciones?, lo que nos detiene a “hacer posible lo imposible”. La concepción del fracaso y la escucha interior nos ayudarán a auto valorarnos. Por lo que son esas “corazonadas”, lo que nos impulsarán a ponernos en acción para buscar alcanzar objetivos, calcular oportunidades, evaluar los riesgos y construir escenarios a futuros.
Últimamente suena y resuena el tema del “propósito”, lo que nos mueve. ¿Sabes cómo descubrirlo?, ¿eres consciente de él? Hay que considerar que también de acuerdo a la etapa de la vida en que nos encontremos, el propósito cambia. Existen varios autores que exponen su concepto de propósito, para Álvaro, éste se encontrará en donde nuestros conocimientos y habilidades fluyan creando un estilo de vida en dónde podamos experimentar felicidad.
Por lo anterior, también referimos a la “pasión”, lo que disfrutamos hacer, lo que tiene sentido para cada uno, cuando alcanzamos nuestros sueños y anhelos. Debemos respondernos 2 preguntas básicas: ¿por qué? y ¿para qué? desatando con ello el impacto que podemos provocar a modo personal y social.
Aunado a todo lo anterior, llegar al equilibrio entre lo físico, mental y espiritual permitirá que nos encontremos motivados, confiados y conectados con nuestro entorno ya que la necesidad de pertenecer es inminente al ser humano. Lo que nos resuena con otros, la manera en que establecemos y alimentamos nuestros vínculos.
Así, el emprendedor debe considerar que su modelo de negocio debe generar redes de relacionamiento, tener implícitos los valores con los cuales nos identificamos y la claridad del propósito para comprender que todo se puede lograr. Esto dependerá de cómo nos proyectemos, trabajemos y nos preocupamos de nuestro propio desarrollo personal, logrando el bienestar.
Respóndete a ti mismo: ¿qué te detiene a hacer lo que quieres?… ¿sabes lo que quieres?
Gracias por tu interés en esta columna, querido lector.