Respaldada por el dinamismo de la demanda interna, principalmente por el consumo privado, que registró un aumento anual de 6.5 por ciento, la economía mexicana creció 3.1 por ciento anual durante el 2022.
De acuerdo a los Pre-Criterios 2024 que fueron presentados ante el H. Congreso de la Unión por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se espera que la economía mexicana crezca un 3 por ciento en 2023 y 2024, con un rango de crecimiento que va de 2.2 por ciento a 3 por ciento en 2023 y de 1.6 por ciento a 3 por ciento en 2024.
En el caso de 2023, el informe no modifica la estimación puntual presentada en el Paquete Económico 2023 debido a que los supuestos sobre el comportamiento de la economía global se mantienen.
No obstante, el nivel mínimo de crecimiento se ajustó al alza, pasando de 1.2 a 2.2 por ciento, mientras que la media del pronóstico pasó de 2.1 a 2.6 por ciento como resultado del buen desempeño de la economía mexicana que da un piso de crecimiento mayor.
El documento destaca la política de estímulos al precio de los combustibles en 2022 que contribuyó a mantener la inflación en 7.8 por ciento anual, evitando un incremento adicional de cuatro puntos porcentuales.
De esta manera, al finalizar 2022, la inflación de nuestro país mostró un desempeño favorable en comparación con otras economías de la región, que registraron tasas de inflación de dos dígitos.
En cuanto a las finanzas públicas, se registraron déficits fiscales moderados y niveles sólidos de ingresos.
Así mismo, el documento detalla que la deuda pública alcanzó 49.5 por ciento del PIB, posicionando a México entre los países emergentes con menor deuda y endeudamiento acumulado entre 2018 y 2022.
Se espera que continúe el ritmo positivo de la economía mexicana en los próximos años, impulsado por la sólida demanda interna, altos niveles de empleo, inversión pública en infraestructura estratégica y el efecto de la relocalización de empresas en la inversión privada.
De acuerdo al documento, el consumo privado continuará beneficiándose de un sólido mercado laboral y mejores condiciones de trabajo, esto debido a las reformas laborales implementadas desde el inicio de la administración actual, que incluyen la eliminación del outsourcing, la incorporación de las trabajadoras del hogar a la seguridad social, el aumento en los días de vacaciones y un incremento acumulado de 90 por ciento en el salario mínimo real desde 2018.
Además, se han realizado modificaciones al sistema de pensiones, reduciendo las semanas cotizadas para acceder a una pensión.
El documento destaca que la inversión pública continuará mostrando una trayectoria positiva, contribuyendo al crecimiento económico con proyectos clave como el Tren Maya y la carretera Oaxaca-Puerto Escondido que se inaugurarán este año.
Además, se continuarán destinando recursos para mejorar la conectividad de todo el país, aprovechando el renovado interés por invertir en México.
La inversión privada será una fuente complementaria del crecimiento económico de México, lo cual favorecerá mayores volúmenes de exportaciones y empleos de calidad con salarios competitivos.
Se estima que el fenómeno de la relocalización de empresas aportará hasta 1.2 puntos porcentuales adicionales al PIB de manera permanente.
A pesar de la incertidumbre sobre la actividad económica de Estados Unidos y su producción industrial, para 2023 y 2024 se espera que el crecimiento de los sectores y regiones más vinculados con México se mantenga.
Además, el dinamismo del mercado laboral en ese país favorecerá la continuidad de los flujos de remesas hacia México.
En cuanto a finanzas públicas, el texto señala que México mantendrá una posición sólida hacia el cierre de la administración pues se han registrado ganancias permanentes en la recaudación tributaria, por ejemplo, los ingresos tributarios sin IEPS de combustibles aumentaron 1.4 por ciento del PIB entre 2018 y 2022.
Además, se ha rediseñado la política de gasto para reducir las brechas sociales e impulsar la inversión en infraestructura, al tiempo que se rompió la tendencia de crecimiento acelerado del endeudamiento observada en administraciones anteriores.
El documento estima que en 2023 la deuda pública de México alcanzará el 49.9 por ciento del PIB y se mantendrá constante en 2024.
Este nivel implicaría un incremento total de 15.5 por ciento real durante la administración actual, menor al promedio observado en las tres administraciones anteriores de 28.9 por ciento.
Si se hubiera mantenido el ritmo de crecimiento anterior, la deuda habría alcanzado el 55.6% del PIB, superando en 5.8 puntos porcentuales el nivel actual.
Por otro lado, se prevén déficits presupuestarios de 3.7 y 2.7 por ciento del PIB para 2023 y 2024, respectivamente.
En 2023, el déficit primario será de 0.1 por ciento del PIB y en 2024 se espera un superávit primario de 0.7 por ciento del PIB.
Imagen de Nattanan Kanchanaprat en Pixabay
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