CONSTRUCTORAS DE CUATRO PAÍSES DESEAN PARTICIPAR EN EL TREN MAYA

A poco más de un mes del arranque simbólico del Tren Maya en Palenque, Chiapas, con una ceremonia con pueblos indígenas de la región, constructoras de cuatro países han manifestado interés en participar en la megaobra del sexenio lopezobradorista: China, España, Italia y Alemania.
En el mismo lapso surgió en redes el movimiento contra el ferrocarril #Yoprefierolaselva, y los ejidatarios de los poblados de Xel-Há y Tankah serían potencialmente los que darían más problemáticas para el megaproyecto; en tanto, el diputado Luis Alegre Salazar sostiene que el suburbano será un detonante turístico para las zonas por donde corra la línea férrea.
En noviembre pasado, la Cancillería china dijo que el país asiático estaba interesado en invertir en el proyecto ferroviario pues China ha desarrollado tecnología para trenes de alta velocidad, tiene experiencia en la construcción y cuenta con abundantes recursos financieros.
El órgano diplomático destacó que las empresas chinas tienen buena ventaja “y deben estar muy deseosas por participar”, por lo que vislumbró un panorama de cooperación muy promisorio por la experiencia en la construcción de ferrocarriles y fabricación de vagones”.
Además de que China cuenta con abundantes recursos financieros, es decir, tiene bancos dispuestos a apoyar ese tipo de proyectos, por lo que el país tiene buena ventaja y con empresas deseosas por participar, externó Wang Xiaoyuan, funcionario de la Cancillería china, y ex embajador en Colombia.

Europeos
Empresas ferroviarias italianas y la compañía alemana TÜV Rheinland Rail expresaron su interés en el Tren Maya en diciembre pasado.
Lorenzo Vianello, presidente de la Cámara de Comercio Italiana en México (CCIM), dio a conocer que varias compañías del sector ferroviario de su país se mostraron deseosas en saber sobre el proyecto turístico que promete impulsar el Sureste del país.
Durante la pasada Convención Mundial de las Cámaras Italianas en el Exterior (CCIE), que tuvo lugar en Verona a inicios de diciembre de 2018, destacó que en la actualidad hay instaladas mil 600 empresas italianas en territorio mexicano, gran parte dedicadas a la maquinaria para la industria.
En tanto, la directora de Desarrollo de Negocios de TÜV Rheinland Rail México, Sandra Álamo, indicó que la firma alemana está interesada en participar en la certificación de los procesos que den seguridad a la construcción del Tren Maya.
Explicó que podrían participar desde la preconceptualización, la prefactibilidad, elaboración de materiales, pruebas y ejecución de la obra; han colaborado en la evaluación de supervisión electromecánica del Tren Interurbano de la Ciudad de México a Toluca; también en el Teleférico de Puebla y el Mexicable, en el Estado de México.
Álamo estimó que el Tren Maya es un proyecto donde los estudios están apenas en una fase muy prematura como para que ellos puedan participar, “pero claro que en cuanto las licitaciones empiecen vamos a estar ahí participando”.
Y hace unos días, las empresas FCC, Acciona, Sacyr y Aldesa, las cuatro constructoras españolas que tenían participación en el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, buscan ahora ser parte de las megaobra del sexenio lopezobradorista tras la cancelación del proyecto en el centro del país.
De acuerdo con el portal La Política Online ya están en negociaciones y analizan participar en el proyecto que cruzará los estados del Sureste mexicano. La negociación convendría a ambas partes: la Federación se evitaría litigios muy costosos, y las empresas ibéricas recuperarían parte de lo que pensaban obtener a partir de sus inversiones en el aeropuerto.

Oposición
En cuanto al movimiento #Yoprefierolaselva, que surgió en redes sociales contra el ferrocarril luego que el propio Andrés Manuel López Obrador reconociera en novimebre que el Tren Maya afectaría el boscaje, toma mayor fuerza entre las organizaciones no gubernamentales de los estados involucrados.
En diferentes sitios, los amantes de la naturaleza recriminan al presidente dar la aespalda a la defensa del medio ambiente, y le llaman a hacer conciencia sobre el daño que se ocasionará a la flora y fauna con un proyecto de semejante naturaleza.
Por otra parte, la ahora ex delegada del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Quintana Roo durante 21 años, Adriana Velázquez Morlet, estimó que los poblados de Xel Há y Tankah serían potencialmente los más problemáticos para la edificación del Tren Maya, debido a que no venderán sus parcelas tan fácilmente.
En ese sentido, el megaproyecto de López Obrador estaría enfrentando el mismo problema de la zona arqueológica de Ichkabal, en su caso la megaobra del sexenio joaquinista y que no puede arrancar porque los ejidtarios de Bacalar se resisten a vender “a precios insultantes”, como califican la oferta gubernamental.
Finalmente, el diputado federal Luis Alegre Salazar sostiene que el suburbano será un detonante turístico para las zonas por donde corra la línea férrea, lo que permitirá que el sector siga su camino ascendente, con mayor dinamismo, nuevos retos y desafíos que se lograrán superar con trabajo coordinado y la participación de la sociedad civil.
Durante la “II Conferencia Perspectivas Turísticas para Quintana Roo 2019”, el presidente de la Comisión de Turismo en la Cámara de Diputados externó que ante los nuevos retos por venir, se debe considerar al turismo como una herramienta para superar el rezago, la marginación, la pobreza y la desigualdad de millones de familias mexicanas.
El Tren Maya tendrá una longitud de 900 a mil 500 kilómetros, abarcará los estados de Quintana Roo, Campeche, Chiapas, Yucatán y Tabasco, requerirá una inversión de entre 120 mil y 150 mil millones de pesos, y estaría listo para 2023, un año antes de la conclusión del mandato de Andrés Manuel López Obrador.

Por CARLOS AGUILA ARREOLA / @aguila_carlin