El trabajo comunitario emprendido durante el año pasado por los Green Guardians del Hilton Rose Hall Resort fue calculado en 260 mil 50 dólares jamaiquinos, y equivalió a 2 mil 563 horas jhombre distribuidas en noventa y cuatro donaciones y eventos de voluntariado.
Las formas en que los guardianes contribuyen a la comunidad van desde programas de divulgación altruista hasta becas y adopción de las escuelas Rose Hall Basic, Falmouth All Age y St. James High Schools en las que han entregado útiles escolares, muebles y realizaron proyectos generales de mantenimiento y embellecimiento.
“Nunca dudes de que un pequeño grupo de ciudadanos reflexivos y comprometidos puede cambiar el mundo; de hecho, es lo único que lo ha hecho”, expresa Kaye Ricketts, campeona de sustentabilidad y guardiana ecológica del resort.
Una iniciativa de la que los Guardianes Verdes están extremadamente orgullosos es la adopción de una enfermería local llamada “Refugio de la Esperanza” ubicada en Albion, Montego Bay, en Saint James, donde los esfuerzos de voluntariado de Green Guardians incluyeron varios desarrollos de infraestructura, como pintura, mosaico, plomería e instalación eléctrica.
Además, hicieron donaciones de ropa de cama, artículos no perecederos, ropa femenina y masculina, zapatos y equipo de cocina formaron parte del evento.
Los voluntarios también donaron una lavadora a los clientes y cuidadores de Refugio de la Esperanza e incluso durante la pandemia el resort mantuvo su enfoque y compromiso de apoyar al Refugio con donaciones y voluntariado.
Otro de los proyectos de los Green Guardians de Hilton Rose Hall fue la restauración y diversificación del jardín de hierbas que presenta muchas de las variedades de plantas endémicas en la propiedad a los huéspedes y que además son usadas por los chefs del resort en la preparación de los platillos, además, la composta del reciclaje orgánico se utiliza como fertilizante natural e incluso el vallado se construye con tableros y palets reutilizados.
El Hilton Rose Hall Resort & Spa, un resort todo incluido de 495 habitaciones, está ubicado en el Rose Hall Estate del siglo XVIII en Montego Bay, entre las montañas jamaiquinas y el mar Caribe,
Montego Bay alberga una gran variedad de flora y fauna acuática que vive en los arrecifes de coral mientras que en sus playas albergan una variedad de aves, reptiles y vida marina.
En este contexto, el hotel busca minimizar al máximo los impactos en estos ecosistemas monitoreándolos para proteger el medio ambiente y la comunidad, al tiempo que garantizan la salud y la seguridad de empleados, huéspedes, proveedores y partes interesadas.
Durante el año pasado, Hilton Rose Hall se asoció activamente con varios miembros de la comunidad local y ONG para ayudar a reducir, reutilizar y reciclar sus desechos y desde que se introdujo el programa se ha logrado recuperar mensualmente más del 35 por ciento del aceite de cocina usado de las cocinas convirtiendo este desecho en “grasa amarilla” que se puede utilizar para biodiesel, jabón y alimento para animales.
Además, el resort maneja sus desechos orgánicos asociándose con criadores de cerdos dentro de la comunidad, quienes visitan el resort diariamente para recolectar los desechos orgánicos para sus animales.
También tienen un programa de reciclaje de vidrio donde trabaja en sociedad para donar material para usar en la producción de arrecifes artificiales, que luego se trasplantan al mar para ayudar con la restauración del arrecife.
El equipo de Calidad encabezado Ricketts ha dado un paso más en el reciclaje de residuos inorgánicos, que se compactan en fardos y se reciclan.
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