“Escuchar para legislar”, por Jorge Jhonattan Molina Morales

 El trabajo legislativo es crucial para fortalecer los procesos democráticos, políticos y sociales de nuestro Estado y País. Dentro de la errónea tradición legislativa de antaño desarrollada a lo largo de los años en México se tenía la costumbre de legislar verticalmente; donde la práctica común era legislar; desde el escritorio; desde la frialdad de los datos cuantitativos, sin atender las voces de las y los ciudadanos, sin entender el verdadero sentir del pueblo.

Hoy, en esta nueva realidad política que se vive en México, es fundamental que al interior del proceso histórico en el que estamos viviendo, se sigan impulsando una serie de cambios dentro de los espacios legislativos, donde las y los legisladores nos aboquemos a la construcción de procesos de escucha activa, donde la premisa sea: escuchar para legislar; puesto que solo así cumpliremos con la responsabilidad democrática y social que el pueblo nos ha conferido a través del sufragio y la confianza depositada en nosotros.

Es necesario abocarnos en la construcción de un nuevo esquema que permita mayor inclusión del pueblo en los trabajos legislativos. En este nuevo esquema necesariamente se debe tener como base mínima: la horizontalidad, la cual le permita a la ciudadanía expresar libremente sus opiniones sobre cierta problemática que se deba atender y solucionar. A este ejercicio horizontal es muy importante la correcta toma de decisiones, necesariamente debe ser acompañada del conocimiento, de la lectura, y la preparación en la materia, a fin de ubicar perfectamente el problema y tomar la mejor decisión hacia una ruta legislativa que permita su atención inmediata.

Escuchar para legislar debe entenderse como esa cercanía necesaria con la gente, con los pueblos, recoger su sentir para después elaborar con el algo favorable para sí mismo, ser y representar para legislar, pues no hay que olvidar que es el pueblo el principal titular de la soberanía, el cual cede temporalmente la titularidad de su poder hacia los poderes constituidos, los cuales están obligados a respaldar y tomar en cuenta en todo momento el sentir de la ciudadanía.

Todo ejercicio legislativo en los tiempos de la Cuarta Transformación debe significar primeramente una escucha activa al sentir ciudadano, al sentir de nuestros pueblos, escuchar, sentir y legislar debe ser una de las premisas fundamentales en esta nueva época donde a razón de las épocas pasadas, hoy el pueblo tiene participación real.