Ya se lo dijo Kate del Castillo a su hermana Verónica en 2013: “Siempre me gustaron las cosas de peligro. La adrenalina es algo adictivo”. Por ese entonces ya había tenido algún contacto con el narcotraficante más poderoso del mundo y el más buscado. Estos días se encuentra en el ojo del huracán tras desvelarse que fue ella quien gestionó la famosa entrevista entre el capo de capos y la estrella de Hollywood Sean Penn. También que ella iba a ser la encargada de producir la película autobiográfica de la vida de El Chapo Guzmán. Su hermana sale ahora en defensa de Kate y enciende el debate sobre si la actriz debería haber informado a las autoridades sobre el paradero desconocido del prófugo: “Como periodista envidio la valentía de Kate, se llevó la nota del lustro”.
Kate y Sean han conseguido una exclusiva mundial. Tras el famoso encuentro organizado por la actriz de siete horas con el capo, el actor estadounidense publicó la única entrevista que se le ha hecho al mayor narcotraficante vivo del mundo. Una oportunidad que ningún periodista ni nacional ni extranjero ha tenido jamás, sino todo lo contrario, han tenido que sufrir las consecuencias letales de informar en una zona fuertemente controlada por el crimen organizado. Pero aún así, Verónica, que presenta un programa informativo en la cadena Televisión Azteca, ha insistido en que en México “no es delito reunirse con un fugitivo” y que admira a su hermana y la apoya.
Del Castillo y El Chapo empezaron a tener comunicación después de que en 2012 la actriz difundiera una carta en las redes sociales en la que pedía que usara su habilidad de traficante para hacerlo con el bien y ser “un héroe”: “Hoy creo más en el Chapo Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades aunque sean dolorosas”, decía la artista en su misiva virtual. Tras la tercera captura de Joaquín Guzmán Loera el pasado viernes un expediente de la Procuraduría General de la República la señaló como una pieza clave en esa detención, ya que sus contactos para producir el filme del narco permitieron a las autoridades estrechar el cerco del paradero más codiciado del Ejército mexicano.
Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación
Un día antes, el actor y padre de Kate, Eric del Castillo, hizo unas declaraciones a la cadena Televisa para defender los ataques que viene recibiendo estos días por su relación con el criminal: “Estamos tranquilos, mi hija está muy tranquila. Nos hemos enterado de lo que ustedes se han enterado. Hemos estado viendo el vídeo como el resto del público”. Y añadió: “A mi hija la apoyamos a morir. La conozco y ella lo hace buscando un bien común”, algo en lo que ha insistido también su hermana este martes: “Confío en la calidad moral de mi hermana”.
El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, ha coincidido con la familia en que esos encuentros de los actores con el narcotraficante han servido para algo bueno: “Al final [el acercamiento entre Sean Penn, Kate del Castillo y Joaquín Guzmán Loera] facilitó la captura. Me parece que la relación entregó al delincuente. Si tratamos de explicarlo en términos de cine, se trataría de una comedia en la que una pareja que pretende servir al mal, termina sirviendo al bien”.
Una de las incógnitas principales de esta trama es si hubo algún tipo de beneficio económico para alguna de las partes implicadas. “Una cuestión que será muy importante en el análisis legal de la relación, no solamente en México, sino también en Estados Unidos”, apuntó el subsecretario.(Agencias)
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