La agrupación de “winelovers” tuvo la oportunidad de disfrutar de una experiencia gastronómica excepcional, diseñada por ART WINE CLUB bajo la dirección creativa de Sandra Copca. Este evento no solo experimentó la pasión por el vino, sino que también combinó la alta cocina italiana con selecciones vitivinícolas de renombre.
El sommelier Eduardo Arochi, quien representó a OLI WINE y ART WINE CLUB, llevó a cabo una meticulosa coordinación del menú presentado en el restaurante Trattoria Limoncello, bajo la dirección de Pilar Vidal. Esta sinergia permitió ofrecer a los asistentes un viaje sensorial a través de cinco tiempos gastronómicos, cada uno acompañado por vinos seleccionados para realzar los sabores de cada platillo.
El banquete comenzó con un delicado carpaccio de salmón, maridado con el vino blanco Le Sauvignon 2022, de la Bodega Henri Lurton. Este vino, con un 13° de alcohol, aportó frescura y acidez equilibrada, complementando perfectamente la suavidad del salmón. Como alternativa, los comensales podrán optar por un vino tinto Coastal Pinot Noir, 100% Lodi Clarksburg de California, con un contenido alcohólico de 13,5°.
El segundo tiempo ofreció una ensalada de arúgula, pera y parmesano, idealmente acompañada por el fresco Le Chenin 2022 de la misma bodega. Este vino blanco, con un 13° de alcohol, realzó los sabores sutiles de la ensalada, mientras que el vino rosado LA ROSA Garnacha 2022, de DOCA Rioja, añadió un toque vibrante y afrutado al plato.
Para el tercer tiempo, los asistentes disfrutaron de agnolotti de gamberi, sorprendidos por la elección del vino tinto LE NEBBIOLO 2023, de la Bodega Henri Lurton. Este vino, con un 14° de alcohol, resaltó la riqueza del marisco, y los comensales también tuvieron la opción de elegir un tempranillo crianza 2021 de DOCA Rioja.
El cuarto tiempo presentó una tagliata di manzo, acompañada por un ensamble de tintos que incluía Cabernet Sauvignon, Merlot, Tannat y Syrah, con un 13.5° de alcohol, junto a otro ensamblaje de Tempranillo y Cabernet Merlot del Valle de Santo Tomás, que invitó a descubrires en cada sabor.
Finalmente, el evento culminó con un exquisito fondante de chocolate café, cerrando con broche de oro esta experiencia que no solo celebró la gastronomía, sino también la cultura del vino, dejando a los asistentes con ganas de más.
Sin duda, este evento de ART WINE CLUB fue una brillante muestra de cómo el arte culinario y la enología pueden entrelazarse para crear momentos memorables.










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