SÍNDROME DEL NIÑO EMPERADOR

El término “síndrome del emperador” se emplea cuando un niño muestra un comportamiento de hostilidad hacia los padres o cuidadores  caracterizado por situaciones  continuas de insultos,  amenazas y/o actos de violencia física hacia uno de ellos o hacia los dos (normalmente hacia la madre). Se trata de niños que se convierten en tiranos con sus familias.

  • Son desobedientes, maleducados y agresivos con sus padres.
  • Son manipuladores, parecen no tener sentimiento de culpa, y, aunque se muestren arrepentidos por sus malas acciones, rápidamente vuelven a estas conductas.

Son varios los elementos cuya combinación ayuda a conformar este síndrome:

  • Falta de límites y consecuencias
  • Las experiencias infantiles psicológicamente traumáticas.
  • Los entornos familiares y sociales disfuncionales y hostiles.
  • En ocasiones los niños agresivos son niños que fueron agredidos.

La ausencia de pautas claras en la familia o el quebrantamiento de las mismas, una educación excesivamente permisiva, no censurar conductas inadecuadas, la crianza  autoritaria en vez de autoridad; favorecen el desarrollo de padres débiles, tensionados, y agotados por la cultura que favorece la caída de la autoridad, favorecen el surgimiento del Síndrome del  Niño Emperador.

Como detectar a un niño emperador

  • Incapacidad para manifestar emociones positivas como empatía, amor, compasión.  Pueden simularlas
  • Cierta imposibilidad para mostrar culpa y arrepentimiento sincero por el mal comportamiento
  • Incapacidad para aprender de la experiencia, de los errores y de las consecuencias
  • Confrontan, mienten y suelen ser crueles con el entorno
  • Se muestra muy caprichoso y hacen  rabietas o berrinches
  • Es manipulador y siempre consigue lo que quiere
  • Tiene muy poca tolerancia a la frustración
  • No asume las consecuencias de sus actos. Todo lo malo que pasa es culpa de los demás
  • Le cuesta muchísimo aceptar normas tanto en casa como en la escuela
  • Se muestran agresivos con las personas que se interponen para conseguir lo que quieren
  • Insultan, pegan puñetazos o patadas, escupen y rompen objetos
  • Les cuesta mucho integrarse en el grupo de pares.

Como enfrentar la situación

  • Desarrollar habilidades no agresivas
  • Límites firmes y eficaces
  • Cada miembro de la familia debe tener claro el rol que ocupa
  • Respetar la autoridad

¿Cuándo se debe buscar ayuda profesional?

Si el niño:

• NO responde a la disciplina del adulto.

• NO aprende a controlar sus emociones y es agresivo.

• NO crea lazos positivos con los adultos o con los niños que están su alrededor

En estos casos es importante buscar  ayuda de un profesional sin esperar a que el problema desaparezca por si solo o tenga consecuencias a largo plazo.

Por Claudia Elena Díaz Lozano

Lic. En Pedagogía