El eventual recorte al recorrido original del Tren Maya en su tramo Valladolid-Cancún beneficiaría a la comunidad de Cobá, declaró Eduardo de Jesús Ortiz Jasso, director de la Agencia de Proyectos Estratégicos de Quintana Roo (Agepro, por su acrónimo), mientras que Pablo Careaga Córdova, coordinador del proyecto en Quintana Roo, reconoció que la reducción habría obedecido a la presión del sector privado.
El proyecto, que costará entre 120 mil y 150 mil millones de pesos, planea originalmente un recorrido de 215 kilómetros en ese tramo; ahora, el gobierno federal pretende recortar esa ruta, señaló Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), para reducir el costo porque ya no se construirían puentes ni caminos y se aprovecharía el potencial de la zona arqueológica ubicada en el municipio de Tulum.
En el marco de la primera Sesión de Instalación del Consejo Municipal de Ordenamiento Territorial, Ecológico y Desarrollo Urbano, Ortiz Jasso señaló que la propuesta ya fue enviada al gobierno estatal, que ya está en la mesa para evaluación pero no es nada definitivo, y que es algo relativo porque no son menos kilómetros, sino menos obras alrededor.
“Lo que está pasando es que en el trazo propuesto originalmente, que viene de Yucatán, venía Valladolid-Cancún; lo que está sobre la mesa en este momento en evaluación, y precisamente parte de la evaluación es el tema financiero, el tema económico, el impacto, es que en vez de que suba de Valladolid a Cancún, se vaya directo de Valladolid a Tulum.
“El tramo de Cancún a Tulum baja, y continúa, es la que se está evaluando y tramo Cancún-Tulum se mantiene, ese no se modifica y estamos viendo en las alternativas de evaluación si se conecta el Tren Maya de Valladolid a Cancún o Valladolid a Tulum… es la conexión a Yucatán la que está en evaluación, pero en el caso Quintana Roo nuestro trazo se mantiene.”
Explicó que lo que se analiza es cómo se vincula el Caribe mexicano a la ruta que viene de Mérida porque al final la conexión con la península se tiene, pero en lugar de salir de Cancún se saldría del centro, del municipio de Tulum, y aquí aclaró que la ruta hacia Benito Juárez se mantiene y se usarían 70 kilómetros de la autopista Kantunil-Cancún.
Con el ajuste, precisó el director de la Agencia de Proyectos Estratégicos, la ruta quedaría Valladolid-Cobá-Tulum-Cancún, un trayecto más corto desde donde se podrá ir y regresar aprovechando la doble vía, y estimó que el tema sobre si se elige la opción original o se recorta la ruta, se determinaría durante los primeros días del próximo mes de julio.
“Pero hay que evaluarlo porque ese es el dato que ellos traen de sus consultores que si en esa diferencia de trazo se ahorran 50 kilómetros, hay un impacto –beneficio; cuáles son los beneficios que nosotros queremos, que estarías vinculando por ejemplo a Cobá, y ahora al venir de Valladolid a Tulum, estarías pasando por Cobá y beneficiaría a un sitio arqueológico importante para Quintana Roo; lo que hay que evaluar es sin duda, en el análisis costo-beneficio, la parte de la rentabilidad social, la parte económica, sin duda.
Evaluación
Pablo Careaga Córdova, coordinador del proyecto en Quintana Roo, descartó por su parte que el eventual recorte tendría relación con la falta de estudios ambientales y el rechazo de organizaciones ambiental, aseguró que sería de 55 kilómetros y representaría un ahorro de alrededor de siete mil millones de pesos.
“Nos ahorramos 55 kilómetros y como siete mil millones de pesos // Si te fijas entre Valladolid y Cancún no hay nada, no hay ninguna población que beneficiar con la derrama económica que traería el tren, no hay algún atractivo turístico (…) En cambio, de Valladolid a Tulum, vía Cobá, pasan varias cosas: primero, te ahorras 55 kilómetros que equivalen aproximadamente a siete mil millones de pesos”, aseveró.
La segunda situación es que Cobá, lugar de agua turbia en maya, quizá el yacimiento arqueológico de la cultura maya menos explorado de la península de Yucatán, localizado a 172 kilómetros al sureste de Cancún, 45 al noroeste de Tulum y 90 kilómetros al este de Chichén Itzá, requiere desarrollo y derrama económica, lo que llevará el proyecto, aseguró el funcionario, quien también reconoció que el recorte habría obedecido a la presión del sector privado para aprovechar el potencial de la zona arqueológica del municipio de Tulum.
“Y los empresarios ahí sí pueden tener razón porque deberá beneficiar a la mayor cantidad de gente posible porque en Cobá y sus alrededores tienes bastantes ejidos, varias poblaciones que les va a venir muy bien tener una estación allí.”
La ciudad de Cobá se desarrolló en una extensión aproximada de 70 kilómetros cuadrados, cerca de cinco lagos que fueron un factor fundamental para su desarrollo y subsistencia, y tiene la pirámide más alta de la península: Nohoch Mul, gran montículo en maya, un enorme basamento de más de 30 metros de altura, sobre el que hay un templo que suma otros 12 a la estructura, hasta una altura total de 42 metros y 120 escalones sobre la selva.
Tiene una red de 45 caminos o sacbés que comunican a diversos puntos del sitio, y enlazan con otras comunidades menores. El acceso, de acuerdo con el Centro Quintana Roo del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), tiene un costo de 70 pesos, de lunes a domingo, y está abierto de ocho de la mañana a cinco de la tarde; el último acceso es a las cuatro y media de la tarde.
Por CARLOS AGUILA
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