Mejora posicionamiento de México en el Nearshoring ante disminución de presiones en cadenas de suministros

Las presiones en las cadenas de suministros en México están disminuyendo y la situación está normalizándose gradualmente, principalmente en el ramo industrial; lo mismo ocurre con la preocupación de factores de riesgo para invertir en México que se han reducido.

Así lo manifestió el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, en el marco de la vigésima séptima Conferencia Santander América Latina que se desarrolla en la ciudad de Cancún.

El titular de Hacienda expresó que México está fuertemente posicionado para tomar oportunas ventajas del Nearshoring, considerando factores como exportaciones no petroleras, principalmente manufactureras y de automóviles a Estados Unidos, que mantienen una importante recuperación, en contraste con la disminución que han registrado las de China. 

Resaltó que México presenta un balance bilateral positivo de comercio exteriory que la economía mexicana ha tenido y mantendrá un mejor desempeño al esperado por el consenso de los analistas, con indicadores positivos en el mercado laboral y con una disminución de la tendencia inflacionaria.

Indicó que las señales en la economía de Estados Unidos siguen siendo positivas, con un crecimiento del PIB, moderación inflacionaria y la dinámica mostrada por el mercado laboral.

Ante la presencia de más de 600 tomadores de decisiones, incluyendo inversionistas, directivos de corporaciones líderes en la región y figuras claves en el sector negocios, Ramírez de la O destacó que México se ubica entre las ocho mayores economías receptoras de inversión extranjera directa, con 28 mil millones de dólares al primer semestre de 2022, en tanto el peso mexicano registró una apreciación anual de 7.7 por ciento, al 10 de enero, lo que la colocó en la segunda posición de las divisas con mayores ganancias desde diciembre de 2021.

El crecimiento económico de México, observó, fue favorable en los cuatro trimestres del año pasado, siendo el segundo trimestre el más dinámico, con ritmos de crecimiento de 1.2 por ciento y un crecimiento acumulado de alrededor de 3 por ciento del PIB.

La actividad económica, agregó, se recuperó de manera significativa, siendo el turismo la principal fuente de ingresos, con un aumento de 45 por ciento con respecto al año anterior, seguido por las exportaciones del sector automotriz y las remesas.

Al referirse a la inversión pública, Ramírez de la O destacó diversos proyectos ligados al desarrollo regional, entre los que resaltó el Plan Sonora, que incluye parques solares y un hub industrial basado en energías limpias; el Corredor Interoceánico, con 10 nuevos parques industriales; la conectividad de carreteras y vías de ferrocarril que unirán diferentes polos de desarrollo industrial y laboral; el Tren Maya, que abarcará casi mil 500 kilómetros en siete secciones de infraestructura ferroviaria y que será un impulsor fundamental del turismo y la derrama económica regional, así como el desarrollo de puertos marítimos para el comercio exterior, aplicando incentivos fiscales y una importante oferta de mano de obra calificada, que permitirá ingresos fiscales sin impuestos especiales a combustibles.

Apuntó que se han revertido tendencias en la inversión en desarrollo económico, social e inversión física, aumentando a niveles estimados de 1.4 billones, 3.4 billones y 1 billón de pesos, respectivamente.

En cuanto a la deuda externa, el titular de Hacienda afirmó que continuará estable y a niveles sustentables, por debajo de 50 por ciento con relación con el PIB, uno de los de menor porcentaje entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). 

México, aseveró, posee colchones financieros para protegerse contra eventuales choques externos, para lo que se han llevado a cabo exitosas operaciones de refinanciamiento que han permitido disminuir, por ejemplo, 70 por ciento del pago de servicio de la deuda para 2025. Destacó, asimismo, que México cuenta con 200 mil millones de dólares en reservas internacionales, y con una línea de 9 mil millones de dólares con el Tesoro de Estados Unidos, así como otra línea de crédito disponible por 50 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), además de fondos de estabilización por 3 mil millones de dólares y fondos destinados a hacer frente a desastres naturales