Ingredientes presentes en la alimentación diaria, conozcamos algunos mitos y realidades, tomemos conciencia de cómo influye su consumo en nuestro organismo y regulemos su uso.
Patricia Mayorga es asesora de bienestar y nutrición. Le encanta cocinar y promueve la creación de un estilo de vida saludable cocinando rico, controlando el peso y fomentando la rutina de ejercicio diario. Con ella estuve hablando del bienestar. Ella lo fundamenta en 80% nutrición y 20% ejercicio. Este concepto tiene que ver con mantenerse en salud desde la mente, cuerpo, espíritu y nuestra relación con el entorno buscando lograr una calidad de vida óptima que nos permita desarrollarnos de la mejor manera.
Esclarecimos la acción del comer como ingerir alimentos que no siempre aportan nutrientes. El alimentarse, como la acción biológica que involucra el metabolismo de nuestro cuerpo para después ser consciente del “nutrirse”, es decir que nuestro organismo se mantenga en equilibrio al realizar las funciones internas, desarrollo y de movimiento. Los nutrientes que componen los alimentos.
Considerar a la azúcar y la sal en nuestra alimentación tiene diversos efectos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar el 10% de calorías diarias consumidas.
El azúcar se encuentra en frutas, verduras, hierbas, carbohidratos, lácteos, etc. por lo que es difícil medir su ingesta. Existen distintos tipos de azúcar según su grado de refinación: piloncillo, blanco, rubio y morena.
Algunas de las afectaciones a la salud por el consumo de “azúcares” son:
- Caries
- Alzheimer
- Obesidad
- Hipertensión arterial
- Osteoporosis
Siendo el azúcar adictivo, se debe evitar también endulzantes artificiales o alternativos como el jarabe de agave, la miel, eritritol, estevia, aspartamo, maltitol, etc. Por lo que es recomendable ser conscientes de su uso, consumo y de dónde pueden estar incluidos. Importante es leer detenidamente las etiquetas de los productos que adquirimos. Siendo la azúcar un ingrediente económico es añadido a múltiples alimentos, asombroso es saber que algunos alimentos que consideramos “salados” incluyen azúcar; por ejemplo: embutidos, galletas saladas, papas fritas ¡increíble!, ¿verdad?
Respecto al uso y consumo de la sal, es un mito que debamos eliminar por completo el sodio para tener una buena salud. La OMS recomienda la ingesta de sal de máximo 5 gr. al día.
El exceso de sal en nuestro organismo produce: retención de líquidos, hipertensión, función inadecuada de los riñones, entre otras; por lo que es aconsejable reemplazar la sal por el uso de hierbas y especies como saborizantes, evitar los alimentos envasados, procesados, congelados, etc.
Algunas personas creen que se debe añadir más sal a los alimentos después de sudar y esto es un gran mito, de igual manera pensar que sólo las personas mayores deben preocuparse por el consumo de esta.
Busquemos habituar a nuestras papilas gustativas a los sabores propios de los alimentos, reconociéndolos sin necesidad de añadir azucares y/o sales, conservantes, colorantes, saborizantes.
En está época en que las celebraciones por todo el mundo se hacen presentes, midamos el consumo de grasas, carbohidratos, alcohol, sal y azúcar. Hay que recordar que comer saludable es un hábito que debemos practicar todos los días.
Por Marletza
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