CIUDAD DE MÉXICO.
Fue el más grande, también en dólares. Pero su riqueza no compraba banalidades. Genial de tiempo completo.
El físico británico contemporáneo, Stephen Hawking, falleció el 13 de marzo del 2018 a los 76 años.
Fue considerado uno de los científicos más influyentes después de Albert Einstein. Se preocupaba no solo por el avance de la ciencia, sino también por acercarla al público.
Se enfrentó a una fuerte enfermedad degenerativa llamada Esclerosis Lateral Amiotrófica, que lo dejó en silla de ruedas controlada por movimientos de cabeza y ojos, y usando un sintetizador electrónico para poder comunicarse.
Pero eso no le impidió casarse, tener 3 hijos y seguir exponiendo sus teorías.
Gracias a eso, a lo largo de su vida acumuló una gran fortuna; su trabajo científico y académico en la Física, Astrofísica y Cosmología, le dio un patrimonio de un poco más de 20 millones de dólares al mes (360 millones de pesos, aproximadamente) como docente, su libro “Breve historia del tiempo” vendió más de 10 millones de copias en 10 años, y recibió 3 millones de dólares al otorgarle el Premio Especial de Física Fundamental en el 2012.
Además, tuvo numerosas conferencias y apariciones en televisión que le sumaron cerca de 20 millones de dólares a su cuenta. Todo eso lo llevó a las listas de los científicos más ricos del mundo. Sin embargo, él veía el dinero como medio para financiar su costosa enfermedad.
“Entonces yo sería la última persona en desacreditar la importancia del dinero. Sin embargo, aunque la riqueza ha jugado un papel importante en mi vida, por supuesto que he tenido una relación diferente con la mayoría de las personas. Pagar por mi cuidado como un hombre severamente discapacitado, y mi trabajo, es crucial; la adquisición de posesiones no lo es. No sé qué haría con un caballo de carreras, o incluso un Ferrari, incluso si pudiera pagar uno. Así que he llegado a ver el dinero como un facilitador, como un medio para un fin, ya sea por ideas, salud o seguridad, pero nunca como un fin en sí mismo”, escribió Hawking en el periódico “The Guardian”.
La BBC lo consideró el 25vo. Británico más influyente ¡de la historia!
Sin duda el mundo ha perdido a un ser excepcional e importante dentro de su rama.