Estar en una relación tóxica, implica que eres parte del problema

Cómo nace una relación tóxica? quién fue primero el individuo agresor o el complaciente? Según las teorías psicoanalíticas las personalidades se desarrollan en los primeros estadios de la infancia, para bien y para mal, con un común denominador, baja autoestima, inseguridad, necesidad de aceptación, necesidades afectivas… por ambas partes, sólo que canalizadas en diferentes trincheras, según el temperamento de los involucrados.

Estos comportamientos que comienzan a manifestarse en muchos casos a muy temprana edad pasan de los límites normales de los celos infantiles, el deseo de poseer al otro ó lo que es de otro, o en casos extremos a querer ser el otro!, mandar en el otro, imponer la voluntad propia en otra persona para validar nuestro pensamiento. Esto comienza desde la relación primaria con la madre, con el padre, los hermanos y la familia nuclear cómo ejemplo o guía. Y es aquí en estas dinámicas familiares en dónde según el carácter de cada integrante se van auto adquiriendo los rolles familiares, mismos que serán el parámetro para tener predispuesta nuestra actuación social y de pareja a futuro.

Cuando hablamos de relaciones tóxicas, casi siempre pensamos en relaciones de pareja, son muy pocas las personas que se atreven a pensar en su relación personal con el padre o la madre cómo la principal relación toxica en sus vidas, relaciones tóxicas ente hermanos, entre primos, situaciones que se replican en la edad escolar con los compañeros y amigos de la infancia. Y sí no hay un mediador, un consejero, una psicóloga en este medio, que pueda ver los indicadores de conductas antisociales y ayude a las familias a sanar sus dinámicas, seguramente tendremos individuos dañados interactuando entre ellos por el resto de sus vidas.

Terapia de pareja que refleja los conflictos de la infancia.

En las parejas que llegan a consulta sobre problemas matrimoniales, es muy común que cuando se les cuestiona sobre sus historias de familia primaria con sus madres, padres, hermanos no entienden la relación que esas historias puedan tener con su comportamiento actual ( ó fingen que desconocen la conexión) y prefieren concentrarse en el tema que les ocupa, con tal de no enfrentar una dolorosa realidad, entre más profundas son las heridas infantiles que provocan los comportamientos tóxicos en la edad adulta, es más difícil para los pacientes abordar el tema desde la terapia psicológica, más aún si existe una relación de abuso en la pareja, ya que es darle información al abusador sobre las debilidades de su “victima” y es razón para que el co-dependiente justifique las agresiones en su contra, debido al abuso infantil que sufrió su agresor, como una manera de romantizar el abuso en la pareja. Es este el motivo por el cual se deben de tomar terapias psicológicas individuales y una vez que ambos estén listos podrán enfrentar estrategias a futuro, una vez que se hayan puesto “En paz” con su pasado.

Cuando hay hijos en el matrimonio

REF. El Síndrome de Alienación Parental o SAP es un conjunto de síntomas, que se produce en los hijos, cuando un progenitor, mediante distintas estrategias, transforma la conciencia de los niños con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor.

Uno de los temas más controversiales de los últimos tiempos, en relación a derecho jurídico familiar tiene que ver con la llamada “Alienación Parental” con conceptos psicológicos a favor y con afirmaciones de Derechos Humanos en contra, (por las preferencias de crianza que se dan a las mujeres la mayoría de los casos, en el tema de custodia en caso de divorcio o separación de los progenitores) La manipulación que tanto madre como padre hacen, la campaña de desprestigio en contra de el otro progenitor es una de las acciones más tóxicas, reprobables y con fuertes implicaciones en la personalidad de los menores. Experiencias traumáticas que llevan a modificar la visión que los hijos tienen de su padre o madre y por lo tanto impacta en la propia visión que tiene el niño o niña de sí misma al asumirse parte de un “Clan” al que quiere pertenecer a toda costa y al que no quiere desunir, pero se le exigen lealtades que muchas veces son un precio muy alto a pagar. Frases como: “eres igualita que tu madre, no sirves para nada” , “eres un borracho cómo el inútil de tu padre” solo por citar ejemplos, son frases que se quedan grabadas en la frágil mente de una criatura que no sabe de parte de quién está? No sabe a quién quiere más y por lo general, la necesidad de aceptación de aquella persona que no nos ama lo suficiente, es la oportunidad de hacer equipo y la familia se convierte en una guerra contra quien más amamos, para complacer a quién no nos quiere. ¿Suena Familiar?

Para salir de una relación tóxica primero que nada, debemos aceptar que nosotros somos parte de la dinámica del abuso y que responsablemente tenemos que buscar mejorar nuestra salud mental y emocional para poder ayudar a sanar a toda la familia, para poder ser un individuo sano en la sociedad a la que pertenecemos, una vez que acudamos a terapia y nos hagamos responsables de nuestra propia sanación, los más cercanos, los más chicos, seguirán nuestro ejemplo y podremos poner fin a un ciclo familiar y social tóxico, convirtiéndonos en parte de la solución.

“La familia es la base de la sociedad” cuántas veces hemos escuchado esta afirmación, que no sea solo una frase de campaña, que no sea una frase hecha, que se convierta en una realidad que todos conscientemente nos esforcemos por ser mejores personas a través de nuestra higiene mental y física, por una sociedad más amable desde casa. Ven a terapia!!