Empodera la UNESCO a la industria cinematográfica colombiana

El poder del cine para tocar las emociones humanas no se deja intimidar. Julio Lamaña, gestor cultural y documentalista, lo sabe muy bien. Apasionado como es por “la posibilidad de conectar con otras inteligencias, otros universos humanos”, vinculó su carrera al cine como arte “proponiendo (…) esa posibilidad existencial”.

Citando al productor chileno Ignacio Agüero, subraya que el cine trata sobre “el momento en el que la obra de arte y el público se encuentran. Ese momento mágico”.

Sin embargo, la atmósfera mágica del cine que los cineastas se esfuerzan por imitar no está exenta de obstáculos. Las manos y las mentes trabajadoras detrás de las hermosas historias que se desarrollan ante nuestra pantalla generalmente han pasado por dificultades considerables. Julio explica como

En una carrera tan frágil como la producción cinematográfica es muy importante mantener vivo el entusiasmo y la voluntad de rodar. Además, asegura con la confianza del experimentado profesional que “no renunciar a nuestro trabajo se convierte en un objetivo vital, el camino de la superación personal”.

Consuelo Castillo, directora de la Agencia Colombiana de Promoción y Distribución del Cine (DOC: CO), está muy de acuerdo con las proverbiales dificultades del cine latinoamericano. Impulsada por lo que ella considera justicia social, Consuelo se esfuerza por “sacar lo mejor de cada película, entender que cada película tiene su propio carácter (…)”.

“Para ese objetivo, tengo una voluntad y una capacidad de recuperación infinitas que me permiten superar todos los obstáculos (…) y abrazarlos con firmeza”, añade.

Profundamente preocupada por la adversidad que enfrentan los cineastas latinoamericanos, la UNESCO brindó un amplio apoyo a través del Fondo Internacional para la Diversidad Cultural (FIDC) al Ministerio de Cultura de Colombia y sus contrapartes en Perú, Ecuador, México y Uruguay.

Así, el proyecto Retina Latina: Fortalecimiento de la industria cinematográfica latinoamericana en la era digital contribuyó a convertir a Retina Latina en la reconocida plataforma digital de cine que es hoy, donde el público de España, Estados Unidos o Suiza puede disfrutar del genuino arte cinematográfico. piezas de una amplia gama de productores latinoamericanos de forma gratuita.

De hecho, el alcance y la difusión de la obra de arte se vuelve crucial no solo para maximizar el impacto en el público, sino también para mantener vivo el celo creativo y el impulso implacable de los artistas. Mientras que las películas convencionales inundan las plataformas VOD (Video on Demand) después de ser destacadas por los principales festivales de cine internacionales como Cannes, Venecia, Mar de la Plata y Berlín.

En este sentido, Julio destaca que Retina Latina rompe los moldes al ayudar a mejorar el acceso a una película muy impresionante. gama de películas que es muy diversa.

Además, Retina Latina permitió profundizar en las políticas públicas para las industrias culturales y creativas, encendiendo la chispa del cambio en toda la región. Consuelo explica cómo las políticas públicas apoyaron la circulación de la producción cinematográfica en Colombia. Específicamente, el proyecto CIRCULA apuntó directamente a la promoción de mejores políticas para la difusión y circulación del cine latinoamericano.

“CIRCULA aspiraba a tejer una red de agentes para apoyar objetivos de trabajo específicos en cuanto a la exhibición de contenidos latinoamericanos. Fue como finalmente dar voz a muchas obras de arte que nunca se habían aventurado a salir de las casas de sus creadores”, señaló Consuelo.

El impacto transformador del FIDC también ha mejorado el alcance de Retina Latina de manera significativa.

“El financiamiento del FIDC ayudó de manera crucial a ampliar las redes disponibles para la industria cinematográfica latinoamericana y sus principales actores, desde la asociación entre Retina Latina y la Federación Internacional de Clubes de Cine ‘hasta’ la transmisión directa de la plataforma en el VIII Encuentro Iberoamericano de Clubes de cine”, explica Julio.

Los efectos sobre el fomento de la diversidad de las expresiones culturales y el apoyo a los cineastas incipientes en estos países en desarrollo resuenan en la industria y más allá. Julio expresa su satisfacción por cómo tal diversidad en el trabajo cinematográfico “posibilita la configuración de una comunidad cultural y audiovisual en torno al cine latinoamericano y sus películas”.

“Retina se ha convertido en un aliado confiable y comprometido en el crecimiento del sector cinematográfico latinoamericano”, señala Consuelo.

Con su impronta digital, Retina Latina se ha convertido en una marca global que apuesta por los derechos culturales en una medida sin precedentes.

El esmerado trabajo de comisariado es “muy importante y atractivo”, destaca Julio, ya sea “por escuelas, géneros, festivales invitados, ciclos por conceptos, celebraciones nacionales, etc.”. Y esto es crucial para brindarles a los cineastas latinoamericanos un lugar útil para promover su trabajo, expandir su audiencia y aumentar sus ingresos y estatura profesional.

Retina Latina ha demostrado ser adaptable a todos los contextos gracias a su formato de teléfono móvil. Esto ha mejorado la difusión y la popularidad del cine latinoamericano, lo que ha permitido a los productores en ascenso ampliar significativamente su alcance.

Tanto Consuelo como Julio confirman con entusiasmo el rotundo impacto de la plataforma de telefonía móvil en el éxito del proyecto.

Consideraron que los objetivos vitales de la visión del FIDC para Retina Latina, a saber, posicionar el cine latinoamericano a nivel mundial y regional y, profundamente conectado con el primero, promover la integración regional facilitando asociaciones a través de la plataforma, se han ido cumpliendo y que hoy en día, los cineastas latinoamericanos se benefician de estrategias de distribución innovadoras y sus productos cinematográficos son cada vez más reconocidos a nivel mundial, no solo por su valor cultural, sino que los productores también están obteniendo la debida compensación económica por su trabajo. Julio cree fervientemente en el apoyo que Retina Latina brinda a los autores latinoamericanos porque “su existencia nos permite serlo. Y siendo así, podemos seguir el ritmo de nuestro trabajo, con renovada ilusión ”.

Cuando alguien comparó Retina Latina con un Netflix latinoamericano, Consuelo reconoce con alegría que “habíamos hecho un buen trabajo”. Tanto Julio como Consuelo coinciden en sus aspiraciones futuras para Retina Latina: mantener el buen trabajo, con los gobiernos y otras partes interesadas a bordo. De esta manera, Retina Latina seguirá siendo una lente poderosa para abrir el mundo a la vibrante producción cinematográfica latinoamericana, al igual que el cristal de la cámara de filmación seguirá reuniendo historias convincentes de impacto humano.

El Fondo Internacional de la UNESCO para la Diversidad Cultural (FIDC) es un mecanismo de financiación de la Convención de 2005 sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales para apoyar el surgimiento de industrias culturales y creativas dinámicas en los países en desarrollo.