El Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México reabrió sus puertas al público, luego de permanecer cerrado durante dos días debido a la falta de personal de seguridad. La reincorporación de la Policía Auxiliar de la Ciudad de México fue fundamental para garantizar la custodia y vigilancia del recinto, permitiendo así su apertura a las 9:30 de la mañana, media hora más tarde de lo habitual.
Desde primera hora del día, 66 elementos de la Policía Auxiliar ocuparon estratégicamente diferentes áreas y salas del museo. A su llegada, una treintena de visitantes aguardaba pacientemente para poder ingresar, lo que marcó un inicio satisfactorio para el reencuentro entre el público y una de las instituciones culturales más importantes del país.
La afluencia de visitantes a lo largo de la mañana se mantuvo constante, permitiendo un acceso ágil y sin filas, lo cual es un aspecto destacado en el servicio al público. Las taquillas funcionaron de manera eficiente, facilitando la compra de boletos y evitando largas esperas, un factor crucial para el disfrute de la experiencia museística.
Según información proporcionada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Museo Nacional de Antropología registra diariamente un promedio de 5,000 visitantes, con un récord notablemente alto de 70,000 en un solo día.
Es importante señalar que el museo había estado cerrado el martes y el miércoles de esta semana, al igual que otros espacios museísticos del INAH, debido a la ausencia de personal de seguridad. Este inconveniente fue atribuido a fallas en la compañía de seguridad privada que había sido contratada para prestar el servicio, incumpliendo con el número de efectivos necesarios.
La reapertura llega en un momento significativo, ya que el museo fue recientemente galardonado con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025, un reconocimiento que subraya su importancia cultural y social en el ámbito nacional e internacional. La comunidad espera que este tipo de incidentes no se repitan, asegurando así la continuidad de actividades en uno de los sitios más emblemáticos de México.