El muelle de puerto Costa Maya de Mahahual “va que vuela” para romper sus propias marcas en cuanto a llegadas de cruceros y pasajeros. En la segunda semana del mes, la terminal tuvo dos días se intensa actividad por la llegada, el martes 12, de cuatro cruceros con 15 mil 069 pasajeros.
En esa fecha atracaron los cruceros Simphony OTS, de la naviera RCCL, con 6, mil 480 pasajeros; Equinox, de Celebrity, con 2 mil 880; MS Riviera, de Oceanía, con 1 mil 207 y Dream, de Carnival, con 4,502.
Un día después, el miércoles 13, llegaron en Infinity, de Celebrity, con 2 mil 277 pasajeros; Pearl, de NCL, con 2 mil 565; Adventure OTS, de RCCL, con 3 mil 934 y Seaside, de MSC, con 4 mil 734, para un total de 13 mil 510 pasajeros.
Sin embargo, fue el martes cuando Costa Maya rompió su récord anterior, del 15 de marzo de 2018, cuando llegaron cuatro cruceros con 13 mil 891 pasajeros: el Getaway, de NCL, con 4 mil 436; Liberty OTS, de RCCL, con 4 mil 539 y Seaside, de MSC, con 4 mil 916.
Las fechas memorables abundan en el caso de ese muelle, como el 11 de enero de 2018, cuando el puerto Costa Maya de Mahahual recibió por vez primera al crucero de bandera suiza MSC Seaside, de la firma MSC Cruises, que llegó con casi 5 mil pasajeros, que contribuyeron a que el año cerrara con 387 embarcaciones y 1 millón 247 mil 862 pasajeros atendidos, cifras que representaron 19.8 por ciento y 24.9 por ciento más que en 2017, respectivamente.
De acuerdo con los informes recabados, este muelle, cuya construcción comenzó en 1999, empezó a operar en 2002, cuando la creciente ola violencia hizo mella en la confianza de las navieras, que paulatinamente cancelaron operaciones en los principales destinos del Pacífico Mexicano, de los que se olvidaron durante una década.
Salvo por los daños que resintió en 2007 a consecuencia del impacto del huracán “Dean”, que obligaron a suspender actividades, Mahahual ha sido de vital importancia para convertir a México en el principal destino de cruceros y superar emergencias como las del 2005, cuando “Wilma” afectó a Cozumel, la crisis inmobiliaria de 2008 y la contingencia sanitaria por la influenza humana en 2009.
Si bien sus números son menores que los de Cozumel, habría que considerar que la isla tiene larga historia en la industria de los cruceros, pues comenzó a recibirlos regularmente en 1974 y cuenta con tres muelles: Puerta Maya, SSA Internacional y Punta Langosta.
El crecimiento de los últimos cuatro años en la operación del muelle de Puerto Costa Maya ha sido acelerado. Luego de que en 2015 recibió 166 cruceros con 430 mil 191 pasajeros, en 2016 llegaron 231 embarcaciones, que representaron 39 por ciento más, con 676 mil 390 viajeros, un 57 por ciento de aumento; para 2017 fueron 323 embarcaciones y 998 mil 642 paseantes, cifras que representaron aumentos del 39 y 47 por ciento,
respectivamente, en comparación con el año anterior; y en 2018 fueron 387 naves con 1 millón 247 mil 862 cruceristas, con incrementos de 19.8 y 24.9 por ciento, en cada caso.
Este año, de acuerdo con la proyección de la empresa, se espera recibir 452 cruceros (16.7 por ciento más que en 2018) y a 1 millón 563 mil 863 pasajeros (16.7 por ciento más).
El panorama es alentador si se considera que, de acuerdo con el Banco de México (Banxico), los ingresos por el turismo de cruceros también va “viento en popa”. Baste señalar que en el periodo enero-julio de 2018, la derrama económica que dejaron los “cruceristas” en el país subió 20.6 por ciento comparada con el mismo periodo de 2017.
Banxico reveló que la derrama económica en esa modalidad del turismo subió, de 278.5 millones de dólares de enero a julio del 2017, a 336.1 millones de dólares en el mismo lapso de 2018. A eso se suma que los “cruceristas” gastaron en promedio 67.30 dólares, un alza de 9.8 por ciento con respecto al periodo señalado.
Los “cruceristas” que descienden en Mahahual tienen como opciones contratar recorridos a zonas arqueológicas de la zona sur –Xcabal sigue siendo un proyecto detonador del turismo arqueológico en la zona–, la Laguna de los Siete Colores, en Bacalar, visitar el Parque Maya o club de playa –el sargazo ha restado atractivo a esa opción– o recorrer el pueblo, que actualmente tiene graves carencias y deficiencias en los servicios públicos.
Por INFOQROO
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