Hablar de gastronomía no sólo debe considerar a los alimentos en sí, las bebidas también son parte indispensable de cualquier cultura gastronómica. En este caso, hablaremos del mezcal el cual cuenta con denominación de origen reconociendo a 8 estados (Guerrero, Guanajuato, Michoacán, Zacatecas, Durango, Tamaulipas, San Luis Potosí y Oaxaca), de la República Mexicana para su producción.
Distintos mitos existen en torno a él: “un buen mezcal debe tener doble destilación”, “todos los mezcales raspan la garganta”, “se debe beber: derecho”, etc.
En relación a las fechas que estamos viviendo con motivo de la celebración de la Independencia Mexicana y con el orgullo de serlo, conversé con Landy Escartín, una joven emprendedora con estudios en marketing y negocios internacionales, experiencia en el sector de la hospitalidad y creadora en 2018 de Myf Coctelería (Madre y Familia o bien, Mexcal y Fruta): cocteles de mezcal. Su interés en esta bebida tradicional y aprender sobre su producción la ha llevado a desarrollar de línea de mezcales de sabor; como el maracuyá, tamarindo, jamaica, naranja agria, por mencionar algunos y a su vez, el uso de ellos para mixología. Imagínate beberte un mezcal con infusión de rosas; quizá suena para algunos muy descabellado, pero sabemos que el consumidor actual busca “vivir experiencias” en sus nuevos hábitos de consumo.
El mezcal proviene de la planta del agave (maguey), es una cactácea, por lo que requiere poca agua. Llega a crecer hasta 3 o 4 metros. Existen distintos tipos: tobalá, cupreata, espadín, cenizo, lechugilla, tepeztate, papalote, entre otros. El proceso de destilación y tiempo en barrica dará a su vez mezcales: blancos, reposados o añejos.
Un agave tiene vida alrededor de 20 años y llega a su estado de madurez a partir de los 8; que es justo cuando se puede iniciar el proceso para obtener mezcal. “El maestro mezcalero” será el encargado de darle vida a esta bebida, considerando todos sus saberes sobre la producción, mismos que han sido transmitidos de generación en generación. El mezcal es una bebida de historias de vida, nos dice Landy.
Para su producción se consideran diversos pasos:
- Cultivo y cosecha
- Selección del agave
- Corta o jimar el agave o piña
- Cocción con fuego
- Molienda
- Fermentación en tinas de madera
- Destilación
Tanto en la fermentación (tipo de madera) cómo en la destilación (acero inoxidable), los contenedores que se elijan para esos pasos aportarán sabores a la bebida.
En general, el mezcal tiene un sabor terroso y ahumado. En ocasiones se le añade fruta por lo que dará toques y matices muy particulares, según lo que se quiera obtener. El grado de alcohol de esta bebida, oscila entre los 34 y 45 grados.
¿Te atreves a incorporar esta bebida tradicional en algunas preparaciones de alimentos, no sólo cómo acompañante? Landy Escartín nos propone utilizarlo en aderezos para ensaladas, carnes, salsas ¿a ti en qué te ocurre añadir mezcal? Eso sí, recuerda que el consumo de esta bebida debe ser responsable, ¡nada con exceso!
Disfruta este fin de semana de un buen mezcal para acompañar alguno de tus platos favoritos de la gastronomía mexicana, ahora que estamos celebrando el 209 Aniversario del inicio de la Independencia de México. ¡Vive México! y por supuesto que ¡Viva!
Gracias una vez más, por leerme.
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Por Marletza