Cocinando dulces emociones

Últimamente he escuchado mucho sobre el diseño de los alimentos. Hay que considerar que los alimentos que nos da la tierra según la época del año son “lo natural”, sin embargo, el estilo y ritmo de vida, el desarrollo de la industria alimenticia, la globalización, la incorporación de disciplinas diversas en el sector gastronómico; como lo es el marketing (marketing sensorial) dan como resultado que hoy en día existan profesionales encargados de analizar ¿cuál es nuestra relación con los alimentos?, no sólo conociendo su composición química, sus características sensoriales (textura, olor, color y sabor) y su calidad.

Introducir la innovación en el acto alimenticio aunado al diseño; da como resultado la creación de memorias, sensaciones y emociones.

Tuve la oportunidad de conversar con la chef repostera Rosa María Soto, mejor conocida como “chef Rosie”, creadora de su repostería y marca D´Vainilla, consultora en aspectos comerciales y gastronómicas.

¿Sabías que, al ingerir un alimento no sólo el sabor es importante? El diseño de sabores involucra 3 niveles:

  1. Emocional: comprende la interacción, reacción y significación (para todos es diferente)
  2. Físico: involucramiento de los sentidos 35% olfato, 15% gusto, 5% vista y 2% oído
  3. Cognitivo: información, selección, decodificación

Las circunstancias de consumo (costumbres), el uso de la tecnología, producción, transformación, preparación, distribución, la comercialización y comunicación, el consumidor, la creatividad, etc. deben ser tomados en cuenta para crear un sabor que en la medida de lo posible sea aceptado y no rechazado.

Puntualizando en las emociones, la chef Rosie dice que estás se presentan de manera innata (podemos comunicarnos con cualquier personas sin necesidad de hablar el mismo idioma), son efímeras y dirigirlas o modificarlas será la “misión” del food design.

Algunos ejemplos de relación entre alimentos y emociones son:

Amoroso: vino tinto

Animado: plátano, chocolate y maracuyá

Libertad: frutos azules y la menta

Coraje: chile y tamarindo

Misterio: frutas exóticas

Alegría: Cerveza y limón

Por lo tanto, hagamos un pequeño ejercicio en casa ¿qué te gusta cocinar?, ¿para quién cocinas?, ¿qué ingredientes incorporas en tus preparaciones?, cuándo cocinas por algún motivo en especial; ¿cuál es? Este tipo de preguntas, son las que se hacen los profesionales al tener la encomienda de “diseñar sabores que provoquen emociones” ¿lo habías pensado?

Antes de despedirme querido lector, quiero establecer una FE DE ERRATAS ya que mencioné la acroponía como técnica para producir alimentos, siendo correcto la aeroponia. Gracias por tu comprensión.

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Por Marletza