Ejemplo de la forma en que un sueño, se convierte en idea para consolidarse en una exitosa realidad, vitivinícola El Cielo cumplió su noveno año de existencia siendo una de las marcas de vino mexicanas más reconocidas a nivel mundial y como ejemplo de sostenibilidad ambiental.
Nacida del sueño de poner un bed and breakfast del quintanarroense Gustavo Ortega Joaquín, que retomó el concepto de un viñedo en un viaje a Francia y terminó consolidándose como El Cielo tras el consejo, inspiración y apoyo de amigos.
El mejor lugar, para el proyecto fue sin duda Valle de Guadalupe, región con historia en la vitivinicultura mexicana y tradición de buenos vinos debido a su ubicación privilegiada en el paralelo 32 de latitud norte condiciones ideales para la producción de uvas.
“Nuestro proyecto de retiro era un bed and breakfast y hace unos años estábamos en Francia y vimos varios hotelitos, chateuse, y vimos un hotelito con viñedo y un hotel con su bodega y pensamos que estaría padrísimo nuestro hotelito con su restaurante”, comenta Gustavo Ortega Joaquín, director del viñedo El Cielo.
Tras compartir la idea a amigos, surgió la idea de conocer Valle de Guadalupe donde el clima y el ambiente los convenció de que esta sería la sede ideal de su proyecto, que enriquecido por los consejos de sus amigos y ahora socios Jose Luis Martínez y Dolores Lopez Lira, terminó por consolidarse en una vitivinícola ha logrado unir en El Cielo la calidad y el servicio turístico de calidad, con los más altos estándares de producción de vino y el ambiente de tranquilidad necesarios para considerarse un sueño hecho realidad.
“Cuando me dijo que querían convertirse en vitivinicutores le dije: si quieres soñar sueña bien, y trabaja para alcanzarlo; sueña en grande, hazlo grande y cuando lo hagas vas a poner el parteaguas. Hay que escribir el libro de la historia del valle de Guadalupe que no se ha escrito”, expresó José Luis Martínez, socio de la vitivinicultora.
El Cielo cuenta con 27 hectáreas en las que se producen uvas blancas y tintas de diversas como sauvignon, merlot, tempranillo, zinfandell y nebiollo entre otras, cuyos racimos son seleccionados cuidadosamente para después elegir los mejores ejemplares para extraer el mosto.
El proceso de elaboración del vino inicio con la adición de levaduras seleccionadas para lograr un adecuado proceso de fermentación y dar por resultado un vino que tras los trasiegos, está listo para reposar en barricas de roble que le darán característica únicas.
En el Cielo también hicieron una apuesta grande por la tecnología; equipos de prensa italiana, tanques españoles, embotelladora francesa, etiquetadora italiana, así como todos los aditamentos necesarios para mantener la cava en condiciones controladas de humedad, temperatura y luz y aportar el ambiente tranquilo necesario para producir un vino de altura.
Pero, si bien lo tecnológico fue crucial, la sustentabilidad se conformó en uno de los pilares más importante de la empresa; el cuidado del ambiente fue considerado desde la construcción de las instalaciones, ejemplo de ello es la instalación de la bodega subterránea para no requerir refrigeración, y el uso de paneles solares para producir su energía.
Pero en El Cielo también se han comprometido con el crecimiento de su personal, no sólo a través de las relaciones laborales sino a través de fomentar su capacitación y formación.
Este interés, sumado al compromiso que el viñedo tiene con la región y con la producción vitivinícola del Valle de Guadalupe, y en la conciencia de que para mejor los procesos y la calidad productiva la investigación es un ingrediente necesario, los motivó a apoyar la formación el Centro de Estudios Vitivinícolas de Baja California de CETYS Universidad que será el primer centro de investigación vitivinícola en México.
“El convenio brinda un proceso de inducción para que nuestro personal pueda acceder a una formación profesional de calidad que le permita crecer; en la cultura organizacional de la empresa creemos en el recurso humano”, expresó Ortega Joaquín.
El Centro Vitivinicola del CETYS Universidad será el primero en el país donde se realizará investigación específica para el sector vitivinícola y contará incluso con laboratorios y equipo de alta tecnología para realizar análisis y estudios.
La inauguración del Centro se realizará en noviembre en el marco de la cuadragésimo tercera asamblea de la Organización Internacional del Vino (OIV) que se celebrará en Ensenada.
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