CAÍDA DE TURISMO MÉDICO

Pese a liderar el “Ranking por llegada de turistas de sol y playa” del Sistema Nacional de Información Estadística del Sector Turismo de México (Datatur), Quintana Roo y Cancún no figuran entre los primeros seis estados que reciben visitantes por cuestiones médicas, pese a las multimillonarias inversiones (en dólares) durante el último lustro.

De acuerdo con el Índice de Turismo Médico (MTI por sus siglas en inglés), México ocupa el puesto 29 en su lista de 41 países, y las principales ciudades y entidades del país que reciben visitantes por ese rubro son seis: Monterrey (Nuevo León), Cabo San Lucas (Baja California Sur), Mazatlán (Sinaloa), Ciudad de México, Tijuana (Baja California) y Chihuahua.

Cada año, una gran migración ocurre de manera natural, además de por los inclementes climas, por las bajas tarifas de los servicios médicos en México comparadas con las de Estados Unidos y Canadá, y no porque México haya diseñado una política pública para capitalizar esa demanda.

Al término de la temporada invernal –a finales de febrero e inicios de marzo–, llegan de Estados Unidos y Canadá miles de pacientes diarios para hacerse análisis clínicos, intervenciones quirúrgicas estéticas o curaciones dentales a las ciudades de la franja fronteriza con Estados Unidos: Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez y Nuevo Laredo.

Los pacientes extranjeros también visitan las grandes capitales, desde la Ciudad de México hasta Guadalajara y Monterrey, e incluso las que tienen médicos, clínicas y las mejores playas: Cancún, Riviera Maya, Los Cabos, Puerto Vallarta y Nuevo Vallarta.

En septiembre de 2014, Francisco Córdova Lira, entonces presidente de Med Travel Norteamérica, anunció “Wisdom Gardens” –una ciudad médica en Cancún que atendería estadunidenses y canadienses retirados y jubilados–, quien preveía una derrama económica muy superior a lo que dejarían los ocho millones de turistas tradicionales en el destino.

El proyecto fracasó, y cuatro años después, Jabib Chapur Becil, vicepresidente de Alimentos y Bebidas de la cadena Palace Resort, anunció en octubre pasado el proyecto “Health City” (Ciudad de la Salud) en terrenos del grupo, con la construcción de dos hoteles, uno de la cadena City Exprés y el otro de la firma NH.

El año 2017 cerró con un 23 por ciento más en la afluencia de ese segmento, que tiene un gasto promedio de ocho mil 500 dólares durante una estancia de 12 noches, incluyendo cirugía y hospedaje, de acuerdo con el Consejo Mexicano de la Industria del Turismo Médico.

Las especialidades más demandadas son cirugía plástica, lipoescultura, tratamientos dentales restaurativos o cosméticos, cirugía bariátrica, ortopedia (reemplazo de rodilla o cadera) y tratamientos de fertilidad, cuyos costos son hasta 80 por ciento más baratos: una operación ronda los 30 mil dólares en Estados Unidos; en México se hace hasta en siete mil.

Otra de las tendencias mundiales consiste en la digitalización de los servicios de cultura y turismo para la creación de destinos turísticos inteligentes, actividad en la que la isla de Cozumel, con el municipio de Tequila (Jalisco), lidera el rubro y ambos están a la vanguardia y en plena transformación hacia el turismo global.
Según la Organización Mundial de Comercio (OMT), el sector turístico aporta 10 por ciento del producto interno bruto (pib) global.

En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) calcula que la aportación del sector al pib nacional es de 8.7 por ciento, mientras que el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) estima que la contribución mexicano es del 16, prácticamente lo doble.

La Sectur también destaca el crecimiento de infraestructura y equipamiento para atraer convenciones, conferencias y seminarios, y la situación geográfica que convierte al país en la sede ideal para Estados Unidos y Latinoamérica. México ocupa la posición 21 entre los países que más eventos realizan, y acpara 1.5 por ciento global del turismo de reuniones.

Por Carlos Aguila Arreola / @aguila_carlin