A lo largo del domingo, autoridades del gobierno del estado de Quintana Roo atendieron las diversas afectaciones ocasionadas por la tormenta Nadine que este fin de semana atravesó la Península de Yucatán.
En trabajo coordinado entre la Secretaría Estatal de Obras Públicas (SEOP), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, se atiende el deslave de un paso de agua en la carretera Morocoy-San Pedro Peralta, en Othón P. Blanco, luego de que la alcantarilla colapsara por las corrientes provocadas por la gran cantidad de agua que dejó la tormenta.
En este sentido, la Gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, informó que, hasta su reparación total, la carretera permanecerá cerrada desde el entronque de la carretera estatal 186 hasta Morocoy, y que la vía alternativa para llegar a las comunidades Morocoy, San Pedro Peralta, Lázaro Cárdenas y Limones será la vía Altos de Sevilla, Bacalar.
A lo largo del domingo, la mandataria recorrió las calles y colonias de Chetumal, junto con autoridades de la SEDENA, SEMAR, Guardia Nacional, CONAGUA, Ayuntamiento y Gobierno del Estado para llevar ayuda a las personas que reportan al 911.
Entre los asuntos atendidos por la gobernadora, destacó la gestión para que los estudiantes universitarios participar en un Congreso organizado por la UQROO, y que quedaron varados en Chetumal a causa de la tormenta, puedan regresar a sus hogares.
Se informó que este domingo 15 de ellos regresaron a su sitio de origen vía carretera, a bordo de 2 VANS, en tanto que este lunes otros 15 alumnos regresarán a sus hogares, 14 por la vía aérea y 1 por ADO.
La titular del Ejecutivo también visitó Dos Aguadas, donde se trabaja para secar los encharcamientos, donde la CFE atenderá un poste a punto de caer, y en donde escuchó a las mujeres una a una, caminando en territorio, casa por casa.
En la colonia Campestre constató la caída de un poste de madera de la CFE y la colocación de uno nuevo, así como la poda de ramas que son obstáculo para los transformadores.
También estuvo en la calle Chablé que históricamente se inunda para constatar las labores de achique continuo hasta que las lluvias permitan en flujo normal.