Análisis electoral: Trump y Harris en la carrera hacia la presidencia

Con el cierre de las urnas en casi todos los estados, el panorama electoral de la contienda presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris se ha definido con claridad. Según las proyecciones de Associated Press, el expresidente Trump ha acumulado hasta ahora 230 votos en el Colegio Electoral, mientras que la actual vicepresidenta, Harris, cuenta con 205. Para alcanzar la mayoría necesaria y convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos, Harris debe superar los 270 votos electorales.

La victoria de Trump no solo le permitiría revalidar su posición, sino que lo convertiría en el primer presidente en 132 años en ganar dos términos no consecutivos. Además, marcaría un hito histórico al ser el primer candidato condenado por delitos penales en competir por la presidencia. Las victorias de Trump en estados clave como Georgia y Carolina del Norte son especialmente significativas, ya que revirtió la estrecha victoria de Biden en Georgia en 2020 y mantuvo el control de Carolina del Norte, ambos esenciales para sus posibilidades de llegar nuevamente a la Casa Blanca.

Las expectativas de Harris, aunque aún presentes, dependen en gran medida del desenlace en los estados del llamado “muro azul”: Michigan, Wisconsin y Pensilvania. En 2016, Trump logró desestabilizar estos bastiones demócratas, que Biden recuperó en 2020. Sin embargo, según los últimos informes, Trump lidera actualmente en estos tres estados decisivos. De hecho, ha mostrado un desempeño sorprendente en regiones tradicionalmente demócratas, como Virginia y Nuevo México, donde se esperaba que Harris obtuviera victorias cómodas. En Iowa, por otro lado, los pronósticos se han visto corroborados por una victoria de Trump, quien obtuvo más del 55 % de los votos, a pesar de las predicciones que favorecían a Harris.

El escrutinio en varios de los estados disputados podría extenderse más allá de la noche electoral, particularmente en Nevada, Arizona, Wisconsin y Pensilvania. Las normas locales permiten que algunos votos por correo se cuenten tras el día de las elecciones, lo que podría retrasar la proclamación de un ganador. En Nevada, las boletas pueden llegar hasta cuatro días después de la elección, mientras que en Arizona, donde es habitual que muchos votantes opten por el voto por correo, se estima que el recuento podría estirarse hasta diez días.

En lo que respecta al Congreso, los republicanos tienen altas probabilidades de recuperar el control del Senado, impulsados por la victoria de Jim Justice en Virginia Occidental, quien reclama el escaño que ocupaba el independiente Joe Manchin, quien había colaborado con los demócratas. La pérdida de este escaño significaría un duro golpe para la administración de Biden y la vicepresidenta Harris, que en los últimos dos años han desempeñado un papel crucial en deshacer empates en la Cámara Alta.

En la Cámara de Representantes, los republicanos también podrían aumentar su ventaja, ya que han logrado invertir el resultado en tres distritos previamente en manos demócratas. Sin embargo, el recuento se extenderá durante una semana más, generando incertidumbre sobre quién asumirá el control total.

Las elecciones de este año no solo abarcan la presidencia y el Congreso; también hay disputas importantes para las gubernaturas. Los demócratas han logrado una victoria notable en Carolina del Norte con Josh Stein, quien derrotó al polémico gobernador republicano Mark Robinson, cuya imagen se dañó significativamente debido a un escándalo reciente.

A pesar de preocupaciones iniciales por amenazas de bomba en estados cruciales como Georgia, Arizona y Michigan, la jornada electoral se llevó a cabo sin mayores incidentes. Tras la investigación, las autoridades confirmaron que las amenazas no eran creíbles, aunque condujeron a la evacuación de varios centros de votación y al alargamiento de su horario.

En la esfera de iniciativas estatales, se llevaron a cabo referendos sobre derechos al aborto y la legalización de la marihuana, entre otros temas. En Florida, una propuesta para proteger el derecho al aborto en la Constitución estatal fue rechazada, obteniendo solamente el 57 % de los votos, por debajo del umbral del 60 % requerido para su aprobación.

El desenlace de estas elecciones es aún incierto, pero los elementos hasta ahora arrojados presentan un escenario competitivo y lleno de sorpresas, que podría redefinir el futuro político de Estados Unidos.