Latinoamérica teme por la devaluación de China

En los campos más ricos de las provincias argentinas de Buenos Aires y Santa Fe no solo están preocupados por las excesivas lluvias actuales que pueden arruinar los cultivos de trigo. También se inquietan por lo que sucede a 18.000 kilómetros: en China. Allí la devaluación del yuan en los últimos tres días ha hecho bajar aún más las cotizaciones de las materias primas, incluidas las agrícolas.

Los expertos advierten de que la depreciación de la moneda china puede afectar a los productos básicos exportados por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela hacia el gigante asiático. Si bien abarata las manufacturas chinas que avanzan por la región, las monedas latinoamericanas se han devaluado mucho más que la asiática en los últimos meses. El mayor temor de los especialistas radica en que la pérdida de valor del yuan refleja y profundiza la desacelaración de la actividad china, con el consiguiente impacto en Latinoamérica.

“La devaluación en sí del yuan no ha sido significativa en comparación con las que tuvieron las monedas latinoamericanas este año”, compara el economista Mauricio Mesquita Moreira, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El dólar subió en dos días el 3,5% frente al yuan, mientras que se elevó en lo que va del año el 30,8% frente al real brasileño, el 23,7% ante el peso colombiano, el 12,4% frente al chileno, el 10,6% ante el mexicano y el 9% frente al argentino.

La devaluación china provoca volatilidad financiera mundial, y eso afecta a Latinoamérica

Por eso que Mesquita no teme una invasión de los abaratados productos industriales chinos, pese que el objetivo de Pekín ha sido justamente el impulso de sus exportaciones ante la ralentización económica. En cambio, Daniel Titelman, economista de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), baraja una ampliación del déficit comercial de la región con China, que alcanza los 8.000 millones de dólares, lo que supone el 1% de la economía latinoamericana.

Otras inquietudes incuba Mesquita, del BID: “Lo que más me preocupa es la solidez de la economía china. Habrá que ver cuánto crecerá. Por eso la devaluación del yuan provoca pánico en la economía mundial”. Durante décadas China solía expandirse al 9% anual, pero en los últimos años ha bajado su ritmo al 7%, lo que se ha constituido en uno de los factores que explican la desaceleración del crecimiento latinoamericano. Por la situación de China y otros factores externos e internos, la CEPAL acaba de rebajar la previsión de crecimiento latinoamericano a solo 0,5% en 2015 y ha pronosticado que el paro subirá del 6% al 6,5%.

“Si China crece menos del 7%, la región será afectada, especialmente la exportación de materias primas”, observa Mesquita. “Las exportaciones brasileñas a China ya cayeron 15% en el primer semestre. Por cada punto porcentual de crecimiento del PIB chino, el latinoamericano crece 0,7 puntos. Es una relación bastante alta. México puede ser afectado por el petróleo, pero más van a sufrir los países sudamericanos. Más me preocupan Brasil, Venezuela y Argentina, que de por sí no están creciendo, que Colombia, Chile y Perú, que tienen economías más sólidas. Ecuador también me genera dudas. Pero si la devaluación del yuan hace que a mediano plazo China crezca, beneficiará a Latinoamérica”, completa el economista del BID.

El 80% de las exportaciones latinoamericanas a China consiste en productos básicos. Los que más le venden son Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Venezuela, sobre todo petróleo, minerales y soja. “Costa Rica también podría verse afectada porque le vende a China insumos electrónicos que ahora se encarecerán en el mercado chino”, advierte Titelman, de CEPAL.

Titelman le teme además a los efectos indirectos de la devaluación del yuan en Latinoamérica: “La depreciación trae más volatilidad financiera en el mundo, que a su vez lleva a que los inversores se refugien en el dólar. En dos días se cayeron las bolsas en todas partes. La devaluación de China, la más grande de los últimos años de este país, trae volatilidad cambiaria”.

En cambio, Juan Pablo Ronderos, de la consultora Abeceb, llama a la calma: “No veo un impacto grande en las reservas internacionales de países como Argentina, que tienen yuanes en sus bancos centrales. Lo que veo es que la transición que quería hacer China de su modelo basado en la inversión y la exportación a uno de consumo no está siendo tan exitoso. Si hay problemas, nuestra proyección de buenos precios de las materias primas para los próximos diez años se modificará”.

En Argentina, en el equipo económico del candidato presidencial kirchnerista, Daniel Scioli, también analizan la devaluación china. “Sorprendió por lo rápida, pero tampoco asusta por su magnitud ni afectará las reservas. Sí tendrá un impacto en los precios de las materias primas, aunque no mucho en los granos, que son nuestras principales exportaciones. A nosotros nos ayuda que se abarate el petróleo porque importamos combustible, pero nos perjudica al desarrollo del yacimiento Vaca Muerta o los proyectos mineros que necesitan buena rentabilidad para que entren inversores”, admite uno de los integrantes de la plantilla de Scioli, que el próximo 25 de octubre peleará por la presidencia argentina contra el centroderechista Mauricio Macri.