Urge foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico a centrar esfuerzos en desarrollo de habilidades en las personas a la par de la innovación tecnológica

Pese a que la visión futura del trabajo basado en tecnologías avanzadas y nuevos acuerdos laborales, está cambiando las oportunidades económicas el Informe de política económica del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) de 2021, asegura que ciertas estructuras económicas, leyes e instituciones de APEC siguen siendo productos del pasado.

“El futuro del trabajo no se trata de tecnología, sino de personas. Incluso cuando nos entusiasmamos con la última tecnología y los avances en inteligencia artificial, los debates sobre el futuro del trabajo deberían centrarse en el bienestar de las personas y la sociedad en una economía cada vez más digitalizada”, dijo el doctor James Ding, presidente del Comité Económico de APEC, el grupo que produjo el informe junto con la Unidad de Apoyo de Políticas de APEC.

El informe dado a conocer esta semana, destacó a cuatro megaconductores del futuro del trabajo. Estos son el cambio tecnológico, el cambio climático, la globalización y el cambio demográfico. También señaló cómo estos impulsores promueven la innovación y el desarrollo avanzado, aunque cada uno tiene un costo.

Los problemas no resueltos, como la degradación ambiental y el cambio climático como resultado del aumento de la industrialización, la creciente desigualdad y el desempleo estructural debido a la globalización, así como el envejecimiento de la población, son algunos de los desafíos pendientes que los responsables de la formulación de políticas deben abordar.

Además de esto, COVID-19 envió al mundo al aislamiento, dejó a los legisladores con muchas lecciones que aprender e impulsó a las personas y las empresas a adaptarse y acelerar la adopción de la tecnología digital. Algunos lograron mantener a flote sus trabajos y negocios, pero muchos tuvieron que enfrentar el cierre y el desempleo, lo que resaltó la necesidad de convertir a las personas en el centro de la política del futuro del trabajo.

“Existe una necesidad urgente de abordar los impactos sociales y económicos reales que traerán cambios. Tenemos que buscar garantizar nuestra seguridad económica con reformas estructurales y políticas específicas, mejorando y volviendo a capacitar a la fuerza laboral, actualizando las leyes y regulaciones pertinentes, así como fortaleciendo nuestra cooperación transfronteriza”.

El informe, entre otros, recomienda que las economías miembros de APEC se centren en mejorar sus sistemas ampliando el alcance y la cobertura de los programas de prestaciones por desempleo para cubrir a los más vulnerables, así como en incluir una mejor cobertura de salud en sus políticas de protección social.

Las políticas que promueven el desarrollo de habilidades se consideran cruciales para mitigar la brecha de habilidades y fortalecer la resiliencia de la fuerza laboral, y esto puede respaldarse construyendo mejores sistemas de pronóstico de habilidades, mejorando y capacitando a los trabajadores, haciendo inversiones específicas en educación y promoviendo el aprendizaje permanente para mantener al día con el mercado laboral cambiante.

Mejorar la legislación de protección del empleo es otra palanca política para reaccionar eficazmente a las condiciones cambiantes del mercado. El informe sugiere que los responsables de la formulación de políticas actualicen el alcance y la cobertura de las leyes de protección del empleo al incluir empleos atípicos, como los que trabajan en el sector informal, los trabajadores con contratos temporales y los trabajadores de la economía gig.

“La cooperación internacional es más necesaria que nunca para abrazar el futuro del trabajo y APEC debe seguir siendo el foro donde se desarrollan enfoques innovadores para abordar los desafíos, se debaten las políticas y se logra el consenso para la implementación”, concluyó Ding.

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