Encontrar el propósito de la vida no es tarea fácil, ser leal a nuestros sueños en ocasiones tampoco. Sin embargo, cuando nos dejamos guiar por la intuición y trabajamos por nuestros anhelos, los sueños se materializan, crecemos y nos automotivamos.
Sin idealizar el concepto “tener un sueño”, podemos hablar de un objetivo o una meta. Todo tiene su proceso, su tiempo, cómo lo es el cocinar. No es lo mismo la comida elaborada en la inmediatez, con aquella que minuciosamente se prepara, se cuida, se apapacha dejando la olla en el fuego lento por varias horas.
Conversé con Carmen Miranda, una mujer apasionada, perseverante, originaria de San Luis Potosí, ganadora de Master Chef México La Revancha (2019) y cómo ella se define así misma: mujer hecha con polvo de maíz. Me contó de cómo pequeños pasos, pueden lograr grandes metas. El origen sin duda nos marca, las vivencias nos dan cause, pero depende de cada uno lograr lo que soñamos.
Me confesó que cuando era niña “soñaba con ser cantante o chef”. ¡Pide y se te dará! Lógicamente, esto no viene sólo, ni de la nada. Existen un sinfín de elementos que coinciden para materializarse.
Por medio de algunos de sus principales retos, Carmen me explicó su visión del éxito, de lo que implica soñar y accionar. Cuando ella “sintió que quería dedicarse a cocinar profesionalmente”, se dedicó a aprender todo lo que podía (técnicas de cocción, a utilizar un cuchillo, despertar la creatividad para desarrollar platos con un mínimo de ingredientes destacando en ella nuevas aptitudes) y aunque desde pequeña la cocina ha estado en su vida, fue el acercarse a los profesionales la que le hizo aterrizar su anhelo.
Para correr, primero hay que saber caminar, por lo que ella tiene muy claro que “las bases” lo son todo. La “práctica” se suma como otro ingrediente aunado a tener una visión clara de lo que se quiere lograr. Considerar la fe, valores, ejercer el agradecimiento también son elementos que se suman a la receta.
El autoconocimiento nos llevará a conocer nuestras habilidades y limites trayendo equilibrio a nuestra vida y quehacer. La vida no es lineal, cada uno tiene su proceso. A los ojos de Carmen, un cocinero se hace de experiencias, estudio, coraje y paciencia.
Aquí una de las fotografías de Carmen, “taco de chicharrón”.
Así que querido lector, sea cualquier profesión u oficio que desempeñes, vívelo con orgullo, comparte lo que sabes a otros y disfruta del camino que llegarás a tu destino; el que tú te hayas propuesto y construido dando lo mejor de ti.
¿Y tú?, ¿cuál ha sido uno de tus sueños y que lo has conseguido?
Por Marletza