Se solidarizan feministas mexicanas con sus similares estadounidenses tras anulación de sentencia Roe vs Wade

Tras la anulación por parte de la Corte Suprema de Estados Unidos de la sentencia del caso Roe vs. Wade, dejando a más de 36 millones de mujeres y personas con capacidad gestante sin acceso a un servicio seguro, el colectivo feminista mexicano Mujeres Vivas, Mujeres Libres, hizo un llamado a trabajar de forma colaborativa, compartir las estrategias y reconocer los diferentes contextos que viven las mujeres a lo largo de la región, para evitar que esto se repita.

El organismo señaló que, además, en los Estados Unidos los estados de Arkansas, Idaho, Kentucky, Luisiana, Misisipi, Misuri, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Tennessee, Utah, Texas, Oklahoma y Wyoming, aprobaron anticipadamente leyes que prohíben de forma automática el aborto tras el fallo de la Corte Suprema y, de acuerdo al colectivo, es posible que estos días otros trece decidan sumarse a la prohibición.

En este contexto, el colectivo mexicano expresó que los derechos que se han ganado deben ser defendidos, que se debe trabajar desde las colectivas locales para el reconocimiento, el ejercicio, la resistencia y la defensa de los derechos de todas.

“Las mujeres de Estados Unidos nacieron con la garantía del derecho a decidir sobre su propio cuerpo, gracias a la lucha de sus madres y sus abuelas. Ahora le toca a las generaciones más jóvenes luchar por sus derechos y buscar la sororidad junto con América Latina: nosotras hemos aprendido a vivir y a luchar por el acceso durante toda nuestra vida”, comentó Angélica Conteras, Vocera de Mujeres Vivas, Mujeres Libres.

La sentencia anulada en los Estados Unidos reconocía el derecho constitucional federal al aborto, que desde 1973, y su revocación afectará mayormente a mujeres, y personas gestantes en situación de pobreza, en estados sureños, afro-estadounidenses, migrantes, y sobre todo, jóvenes, quienes según datos oficiales, fueron el 57 por ciento de los abortos realizados en 2019, con edades de entre 20 y 29 años.

“El acceso al aborto no puede ser un privilegio para las mujeres que puedan viajar a los estados donde es legal el procedimiento y donde son apoyadas por sus familias, sus empresas”, expresa Mujeres Vivas, Mujeres Libres.

En este contexto, a fin de apoyar a las feministas estadounidenses en una lucha que consideraron, es de todos los movimientos feministas del mundo, llamaron a la construcción de redes para el acompañamiento sororo, seguro y autogestionado, donde se comparta la experiencia de  todo el movimiento de la red de acompañantes para las mujeres y personas con capacidades gestantes.

También sugieren la asesoría y creación de alianzas con personas especializadas en la salud para acompañar y educar sobre los riesgos a la salud que conllevan los abortos inseguros.

A fin de incidir políticamente, pues el aborto no está prohibido en Estados Unidos sino que la regulación recae en cada uno de los Estados este escenario es muy cercano a la situación de países como México., consideraron importante exigir a los estados que garanticen el derecho al aborto de las mujeres y personas con capacidad de gestante que no solamente viven en sus estados, si no ampliarlo a las mujeres que no viven en ellos, sobre todo migrantes e indocumentadas.

Así mismo, invitaron a exigir la no intromisión de la iglesia y grupos religiosos y no minimizar la participación que tienen y mucho menos dejar que sean parte de la toma de las decisiones, así como a organizarse para “no ceder espacios a los grupos ultraderecha y anti derechos que poco a poco han ido construyendo un piso para quitar derechos”.

“En México aprendimos de la organización argentina y de la organización que se dio en cada uno de nuestros estados que han logrado la despenalización, siempre pensando en que las mujeres somos diversas y que tenemos que garantizar que todas siempre puedan tener el acceso”, señala el colectivo.

Así mismo expresaron su solidaridad con las feministas estadounidenses pues “saben lo que el fallo está haciendo a sus garantías y sus derechos”.

“Las leyes pueden cambiar, pero lo que es correcto y justo no. Somos más los que creemos en el derecho fundamental a decidir sobre nuestro propio cuerpo que los que intentan robarnos esa misma libertad.” – Paula Ávila-Guillén, Directora Ejecutiva Women’s Equality Center.