Sabor Quintanarroense: ¡Nuestros Cocineros Tradicionales en el Reflector!

En un acto significativo para la gastronomía quintanarroense, la gobernadora Mara Lezama Espinosa entregó las constancias de certificación a la primera generación de 13 cocineras y 2 cocineros tradicionales certificados bajo el Estándar 1084 “Preparación de la Gastronomía Mexicana Popular y Tradicional” de CONOCER. Este evento tuvo lugar durante la Segunda Sesión Extraordinaria del Comité de Fomento a la Gastronomía de Quintana Roo y marca un hito en el reconocimiento de quienes han preservado y enriquecido la cocina tradicional de la región.

Mara Lezama subrayó que este reconocimiento va más allá de una simple certificación; es un homenaje a la resistencia cultural y a la identidad que estos cocineros, en su mayoría mujeres mayahablantes, han mantenido a lo largo de los años. “No podemos permitir que las cocineras y los cocineros tradicionales sigan siendo invisibles en la historia oficial”, afirmó, destacando la importancia de su labor en la construcción de comunidades fuertes y resilientes.

Entre los 15 certificados se encuentran nombres como Blanca Cecilia Alamilla Aguilar y Leticia Rubí Cocom Albornoz, provenientes de diversas localidades como Benito Juárez, Bacalar y Playa del Carmen. La gobernadora enfatizó que su conocimiento, adquirido en la intimidad de sus casas y cocinas junto a las generaciones anteriores, es un patrimonio invaluable.

Además, resaltó que esta certificación representa un acto de justicia social en un contexto donde el modelo turístico busca ser inclusivo y equitativo. La entrega de constancias es parte de una estrategia amplia que contempla alianzas con universidades y plataformas como Airbnb, con el objetivo de poner en el centro a quienes realmente generan cultura y riqueza.

La gobernadora concluyó que este es un paso hacia un futuro que dignifica las raíces culinarias de Quintana Roo, al tiempo que lanzó la segunda convocatoria para integrar a una nueva generación de cocineras y cocineros certificados, asegurando así la continuidad de esta tradición vital para el Caribe mexicano.