Rescataron más de 209 mil nidos de tortuga las asociaciones Projeto Biodiversidade y Bios CV en Cabo Verde

Un nuevo récord en número de nidos de tortuga “boba” (Caretta caretta) fue impuesto durante el 2021 “boba” (Caretta caretta) en la historia de Cabo Verde donde se contabilizaron un total de 209 mil 814 nidos, casi 2 mil más que todo el año anterior.

El logro corresponde a las asociaciones Projeto Biodiversidade y Bios CV, organizaciones caboverdianas para la conservación del medio ambiente que trabajan en las islas de Sal y Boa Vista, donde anidan el 75 por ciento de las tortugas del archipiélago ubicado frente a la costa noroeste de África.

Gracias a las acciones de conservación de ambas ONG y la colaboración de entidades privadas entre las que se encuentra hoteles RIU, esta especie clasificada como Vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ha incrementado su población en los últimos años. Asimismo, la población reproductora de tortuga boba de Cabo Verde se ha consolidado entre las dos más importantes del mundo junto a Florida.

Durante la temporada que abarca desde mayo a noviembre, representa la cuarta consecutiva con desove récord en la historia del archipiélago. Tan sólo en Boa Vista se contaron 156 mil 316 nidos, de los cuales 33 mil 496 se contabilizaron en las playas protegidas por Bios. CV en la Reserva Natural das Tartarugas, datos que suponen un incremento de un mil por ciento con respecto a las cifras que esta misma área reportó en 2016.

Por su partem Projeto Biodiversidade contabilizó 53 mil 498 nidos en todas las playas de Sal.

En Sal, Projeto Biodiversidade, con cámaras nocturnas y drones junto con las patrullas tradicionales, han cubierto 30.4 kilómetros del perímetro de la isla, monitorizando 4 mil 722 tortugas adultas y rescatando a 269.

Además, se han contabilizado 440 tortugas cazadas, la mayoría en pequeñas playas sin protección regular, mientras 47 fueron salvadas de los furtivos.

Por su parte, en Boa Vista, en cinco kilómetros de las playas de João Barrosa (Boa Vista), Bios. CV ha monitorizado 8 mil 431 tortugas anidando, ha rescatado a 132 hembras adultas y no ha registrado tortugas cazadas.

Con el fin de proteger aquellos nidos que se encuentren en una localización peligrosa para la supervivencia de los huevos por inundación o depredación, éstos son reubicados en criaderos vigilados.

Otro hito importante para la protección de esta especie de tortuga fue el número de nidos protegidos en viveros por ambas asociaciones caboverdianas, un total de 4 mil 342.

Bios.CV consiguió liberar 66 mil 679 crías de tortuga de un total de mil 135 nidos, mientras que, en Sal, Projeto Biodiversidade liberó hasta 151 mil 758 crías provenientes de 3 mil 207 nidos. De todas estas crías, que son protegidas hasta entrar en el mar, se cree que apenas 1 de cada mil llegará a edad adulta.

El vivero situado en la playa de los hoteles RIU en Sal, el de mayor extensión con el que cuenta Projeto Biodiversidade y donde, además, se realizaron 110 excavaciones públicas frente a los clientes de los hoteles que pudieron nombrar y adoptar a los bebés tortuga y así contribuir a su protección a través de donaciones.

En esta zona, los hoteles no cuentan con iluminación exterior para no desorientar a las tortugas y, además, los viveros están monitorizados y vigilados por los voluntarios de la ONG y el personal del hotel.

Tal y como afirman fuentes de Projeto Biodiversidade y Bios C.V, las acciones de conservación están dando sus frutos en Cabo Verde, aunque los expertos piden cautela ante estas cifras récord.

Es posible que este incremento no se limite únicamente a la labor de conservación y protección de los nidos por parte de las asociaciones locales, sino también a otros factores aún desconocidos y algunos de los cuales relacionados con el Cambio Climático.

En este sentido, las ONG ambientales consideran clave contar con el apoyo de las autoridades y al sector privado, para que inviertan más recursos en la protección de los ecosistemas costeros, sobre todo playas y dunas, en islas planas como Sal y Boa Vista.

Además del mantenimiento de los criaderos, RIU Hotels financia los gastos estructurales de las ONG, colabora con la manutención de los voluntarios, así como con actividades medioambientales con turoperadores y clientes. Por otro lado, los hoteles se someten al control de las ONG en el cumplimiento de las recomendaciones para no alterar el hábitat de las especies del entorno.